La joven madre está tendida en su cama. Acaba de dar a luz a unos gemelos. Está cansada pero feliz. La mujer que le ayuda grita de repente. “¿Qué pasa?” le pregunta preocupada la madre. Levanta la cabeza para mirar a sus bebés y se suelta llorar. Los bebés están unidos por el pecho y ella no puede separarlos. Esto sucedió en Siam –nombre con el que se conocía antes a Tailandia- por el año de 1811. La madre nombró a sus bebés Chang y Eng, que crecieron y llegaron a ser los más famosos gemelos siameses. Muchas personas venían de todo Siam para mirar curiosamente a los gemelos. Un día, cuando cumplieron 18 años, un estadounidense los vio. "Puedo ganar dinero con estos gemelos", pensó el hombre y les preguntó a Chang y a Eng:"¿qué dicen?, ¿se vienen conmigo a los Estados Unidos?” Sin más, se fueron con el hombre. Nunca regresaron a Siam, ni volvieron a ver a su familia. Viajaron con el estadounidense durante diez largos años. Después viajaron ellos solos. Las personas pagab
Palabras, comentarios y otras minucias desde algún remoto lugar del sur de la Ciudad de México.
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