CON FIRMA PROPIA

EXTERNALIDADES DEL “FAST FOOD”

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Las externalidades son rigideces del mercado donde los impactos, positivos y negativos, no están reflejados en los precios, es decir, los beneficios los llevan terceros y los costos los incurren terceros y, como ni los beneficios ni los gastos están reflejados en los precios, el desarrollo del equilibrio económico los excluye impidiendo la aproximación al “Optimo de Pareto” teórico (si algo genera o produce provecho, comodidad, fruto o interés sin perjudicar a otro, despertará un proceso natural de optimización que permitirá alcanzar un punto óptimo)

Las externalidades se clasifican en dos tipologías: externalidades positivas y negativas, las primeras son las referidas a los beneficios externos que surgen cuando un agente económico brinda un bien o servicio y los terceros involucrados se ven favorecidos, por ejemplo una vacuna; en cambio, las externalidades negativas son aquellas producidas por acciones privadas que crean pérdidas en el bienestar de terceros, generando costos individuales o sociales, que no son considerados cuando se toma la decisión individual que los produjo, un claro ejemplo de ello es la contaminación.

La cincuentenaria cadena de comida rápida Mc Donald´s surgió en 1948 cuando los hermanos Richard y Maurice Mc Donald abren su primer restaurante en California, en él introducen los conceptos de servicio rápido con productos de calidad y a muy bajo precio. Se trata de un establecimiento, que desde sus orígenes hacían pedidos desde el coche, incorporando la forma característica octogonal, arcos dorados luminosos, gran cantidad de ventanas y un ambiente propicio para que los padres acudieran con sus hijos.

La comida que ofrece esta cadena se considera económicamente hablando, comida estandarizada, todos sabemos que en cualquier lugar del mundo encontraremos los mismos productos estemos en China que en Nueva York, este aspecto puede ser positivo para la cadena, puesto que si en el hipotético caso que nos encontráramos en una carretera en cualquier lugar del mundo y tenemos las dos únicas opciones de ir a comer a un restaurante del que desconocemos qué se come y en qué condiciones se encuentra, y o bien entrar en un Mc Donald, que de sobra sabemos lo que comeremos, un alto porcentaje se inclinará a elegir el producto estandarizado, ya que posee una información previa sobre lo que va a consumir. Esto es un claro efecto de la globalización en la que nos encontramos.

Pero no todo es oro lo que reluce y aunque la M que representa este restaurante sea de color dorado, desconocemos en gran medida las externalidades negativas de consumir una hamburguesa.

Aunque muchos de los alimentos se han encarecido en los últimos tiempos, Burguer King y Mc Donald, han lanzado feroces campañas de marketing ofreciendo un menú ahorro, pero el economista, activista y escritor Raj Patel nos advierte que no debemos plantearnos cuánto vale un “whopper o un big mac” sino cuánto cuesta. Hay costes que no se encuentran en el ticket de nuestra compra, y que desafortunadamente alguien pagará y siempre será el que menos recursos tiene. Una hamburguesa cuesta realmente más de 150€, unos 200 dólares.

Las externalidades negativas de producir una hamburguesa son los siguientes:

1) Recursos: la producción masiva de carne proveniente de Brasil, provoca la deforestación de grandes superficies, ésta deforestación se produce en America Latina y Asia, según fuentes de Green Peace.

2) Salarios: Los sueldos de los trabajadores que prestan sus servicios en las cadenas de comida rápida son escasos, esto provoca que éstos no puedan llegar en muchas ocasiones a un mínimo que les permita desarrollar su vida con normalidad, acogiéndose a ayudas estatales para poder vivir. En EE.UU. ni siquiera pueden permitirse acceder a un seguro médico, por lo que es frecuente que sean beneficiarios de subvenciones sociales y bonos para comprar alimentos “Food Stamps” El coste aproximado de las subvenciones de los trabajadores de la hamburguesa asciende a los 195 millones de Euros en el caso americano.

Asimismo, los trabajadores de las Huertas de tomate de Almería han denunciado condiciones de esclavitud. Estos tomates se utilizan en los gazpachos que la cadena ha incluido en su concepto de integrar alimentos sanos en su menú. También en las huertas de Florida ocurrieron iguales situaciones, además en muchos casos ni siquiera llegaban a cobrar su salario, apenas 4€ la hora. Los trabajadores de la huerta, del mismo modo, se acogen a ayudas alimentarias que ofrece la Cruz Roja.

3) Salud: El consumo de comida rápida provoca enfermedades tales como obesidad, cáncer de colon, diabetes, colesterol. En España, el 7% del gasto en sanidad corresponde a la obesidad provocada por la mala alimentación. En Europa, crece la preocupación por las consecuencias de aumentos del consumo de carne. La Agencia Española de Seguridad Alimentaría y Nutrición (Aesan) advierte que la pérdida de la dieta mediterránea en España coincide con un aumento preocupante del consumo de carne roja. Gracias a la prohibición de la publicidad de la comida rápida, se ha logrado reducir en algunos países la obesidad infantil y juvenil.

Después de analizar los costes derivados de las empresas de Fast Food, será cuestión personal a partir de ahora pensar cuánto vale y cuánto cuesta una hamburguesa.

Por Lorena Rodríguez Medina

Diplomada en Trabajo Social por la ULPGC.

Licenciada por la UCM en Ciencias del Trabajo.

FUENTE: LORENA RODRÍGUEZ MEDINA / TRAZOS DIGITAL 2012

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