Héroes

Mañana hará tres años que Iñaki Ochoa de Olza murió en la arista este del Annapurna, uno de los ochomiles más peligrosos de la cordillera del Himalaya. El alpinista pamplonés falleció a 7.400 metros de altura víctima de un edema cerebral, tras haber resistido cinco días en condiciones muy precarias esperando un rescate imposible. Le acompañó hasta su penúltimo aliento el rumano Horia Colibasanu, un auténtico héroe que estuvo a punto de perder la vida porque no quería abandonar a su amigo. Iñaki había coronado 16 veces montañas de más de 8.000 metros y, siempre, sin oxígeno artificial.

Era un romántico del alpinismo, un experto apasionado y una persona muy querida en el ámbito himalayista. Prueba de ello es que, al conocer la delicada situación de Iñaki, hubo una movilización general en las laderas del Himalaya para intentar rescatarlo. Coordinados desde Pamplona, sherpas nepalíes y alpinistas de prestigio como Ueli Steck, Dennis Urubko o Don Bowie se jugaron la vida para salvar la de Iñaki.

La historia de aquellos días agónicos ha sido fielmente documentada por el periodista navarro Jorge Nagore en un libro muy recomendable titulado 'Los 14 de Iñaki' (Saga Editorial). Es la crónica de un rescate frustrado, pero sobre todo, es un relato cargado de solidaridad, fidelidad, amistad, compañerismo y sacrificio... Una lección de humanidad bajo los cielos de Asia. Un homenaje a un personaje único como Iñaki Ochoa de Olza.

Hace poco más de un año, el 27 de febrero de 2010, antes de un partido de Liga contra el Málaga, Pep Guardiola proyectó en el vestuario del Barça un documental de 23 minutos emitido por el programa de Canal + 'Informe Robinson' dedicado a la historia del rescate fallido de Iñaki. Me consta que muchos jugadores quedaron impactados con la historia e, incluso, la familia Ochoa de Olza visitó semanas más tarde la Ciudad Deportiva para agradecer personalmente el detalle a Guardiola.

En la actualidad, los hermanos de Iñaki mantienen contacto periódico con gente del vestuario azulgrana. Iniciativas como ésta, promovidas por el cuerpo técnico, han ayudado, sin duda, a cohesionar a un grupo humano que funciona como un equipo y que transmite, dentro y fuera del campo, una serie de valores universales que conectan con cualquier aficionado no intoxicado por discursos conspirativos. Sospecho que le hubieran gustado a Iñaki. No era muy futbolero, pero simpatizaba con Osasuna. Eso sí, seguro que anima al Barça desde el Annapurna.

Mirando hacia Wembley, desconozco si Guardiola prepara algún video motivador para visionar antes de la final, pero creo, sinceramente, que este año no hace falta. El 'Gladiator' es Eric Abidal. Para inspirarse, sus compañeros deberían mirarlo vestido de corto y recordar los malos momentos superados por el francés, todo un ejemplo de actitud positiva ante la adversidad. Lo dijo Pedro esta semana en RAC1: "Queremos ganar para dedicárselo a Abidal". Si se levanta la Champions, la Cuarta ya tiene héroe.

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