Ecología y Contaminación

El medio ambiente, clave en cumbre legislativa china

2015-03-07

Tras dos días de sesiones en el Congreso Nacional del Pueblo en una Beijing envuelta en...

De Por JACK CHANG

BEIJING (AP) — Los graves problemas medioambientales de China y las promesas del gobierno de que serían resueltos dominaron el comienzo de la reunión legislativa anual del país, mientras los líderes del gigante asiático trataban de calmar la preocupación del público sobre la contaminación del aire, el agua y la tierra que amenazan el auge económico del país y al gobernante Partido Comunista.

Tras dos días de sesiones en el Congreso Nacional del Pueblo en una Beijing envuelta en smog, el presidente chino, Xi Jinping, prometió el viernes "castigar, con puño de hierro, a cualquier infractor que destruya la ecología o el entorno, sin excepciones", según la agencia oficial de noticias Xinhua. El primer ministro, Li Keqiang, prometió el jueves en la sesión inaugural que el gobierno reducirá las emisiones de sustancias contaminantes y aumentará su eficiencia energética.

El recién nombrado ministro de Medio Ambiente, Chen Jining, prometió en una rueda de prensa el sábado que las leyes medioambientales se aplicarán de la forma más estricta.

El énfasis en el medio ambiente incluyó el anuncio de varias medidas, como controles sobre el uso de carbón y de las emisiones de dióxido de carbono, y refleja el temor a que el creciente descontento público sobre la peligrosa polución pueda poner en peligro al gobierno.

Beijing trata de controlar el debate y, en un indicio de lo sensible que resulta el tema, empezó a bloquear el viernes el acceso a un documental inmensamente popular, "Bajo la cúpula", estrenado la semana anterior y que describe los costes sociales y sanitarios de la crisis medioambiental del país.

"Han hecho de la contaminación del aire un tema importante", señaló Alvin Lin, director de la división china de política energética y climática del grupo ecologista estadounidense Consejo de Defensa de Recursos Naturales, con sede en Beijing. "'Bajo la cúpula' hizo que de verdad tuvieran que hablar de ello".

Funcionarios chinos en la reunión anunciaron que reducirían el consumo de carbón en 160 millones de toneladas en los próximos cinco años, mientras que el vice alcalde de Beijing dijo que la capital cerraría este año 300 fábricas y sacaría de las calles 200,000 vehículos especialmente contaminantes. Xi prometió en noviembre que detendría el aumento de las emisiones de dióxido de carbono en China para 2030, y que para esa fecha se habría doblado la proporción de energías limpias en su producción de electricidad.

Aun así, las magnitudes el sábado de las partículas PM2,5 en el aire de Beijing eran de siete veces el nivel considerado seguro por la Organización Mundial de la Salud. Mientras tanto, China sigue emitiendo más gases de efecto invernadero que cualquier otro país, el doble que Estados Unidos, que es el segundo mayor productor de dióxido de carbono.

"Se toman esto muy en serio, pero el problema está muy arraigado", señaló Willy Lam, analista político en la Universidad China de Hong Kong. "Está entrelazado con todos los aspectos de la industria y la agricultura y demás, y es un problema muy difícil de abordar".

El alcance del interés público por los problemas ecológicos de China quedó claro en la última semana con el estreno del documental de Chai Jing, ex reportera de la televisión estatal. El video de 104 minutos registró más de 175 millones de visitas en internet en unos pocos días.

Chen, ex presidente de una universidad y nombrado hace poco ministro de Medio Ambiente, elogió en un principio la película diciendo que reflejaba "la creciente preocupación pública por la protección del medio ambiente y las amenazas a la salud humana".

Sin embargo, el revuelo en torno al documental terminó por poner nerviosas a las autoridades, que pasaron a la defensiva en la reunión del Congreso Nacional Popular y retiraron la película, señaló Lam.

Aunque no respondió a preguntas sobre la cinta en su rueda de prensa, Chen explicó por qué China ha recelado del activismo medioambiental, como las protestas espontáneas contra proyectos industriales aparecidas en ciudades chinas en los últimos años.

"En este proceso pueden mezclares otras reclamaciones", dijo el ministro. "Si no se gestionan bien, causarán incidentes masivos que dañarán la credibilidad del gobierno, convirtiendo un asunto medioambiental en un asunto social o político. Así que sin duda debemos tratarlos con gran precaución".



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