Gonorrea

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Gonorrea

Especialidad dermatología
urología
ginecología
Sinónimos
blenorragia; blenorrea; gonococia

La gonorrea (del latín medieval gonorrhoea, derivado del griego γονόρροια [gonórrhoia], «flujo de semen»),[1]​, también conocida como blenorragia, blenorrea o gonococia, es una infección de transmisión sexual (ITS) provocada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o gonococo, cuyo huésped específico es el ser humano.[2]​ Afecta principalmente las mucosas del aparato genital y urinario, pero también puede afectar la conjuntiva ocular, la faringe y el recto. Sus características más habituales son la secreción purulenta por la uretra en el hombre y la consecuencia de infertilidad en ambos sexos.[3]

Historia[editar]

La gonorrea se ha reconocido y descrito desde la Antigüedad, donde es mencionada en papiros egipcios, y se sabe que en el tercer milenio antes de Cristo ya causaba estragos en Asia. Hipócrates hizo un diagrama de la infección gonocócica, al disecar la uretra de los hombres que estaban infectados por este agente y anotó modificaciones en el tejido epitelial, secreción y una estenosis (estrechez) uretral que con frecuencia acompaña a la enfermedad no tratada.[4]

En el año 130 d. C., Galeno instauró el término gonorrea, proveniente del griego antiguo γονόρροια, («gonórrhoia»), forma compuesta de γόνος («gonos»: semilla, genitales) y ῥέω, («rhêo»: flujo); es decir, «flujo de semilla», o flujo seminal, por la impresión errónea de considerar a la secreción purulenta que sale por la uretra como una espermatorrea.[3]

La Neisseria gonorrhoeae, organismo causal de la enfermedad, fue descubierta por el médico alemán Albert Neisser (de ahí su nombre) en 1879.

Epidemiología[editar]

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que se producen 106 millones de casos nuevos en el mundo cada año.[5]​ En Estados Unidos de América, la gonorrea ha sido una de las enfermedades contagiosas de mayor frecuencia desde 1965. En ese país, la incidencia de infecciones causadas por N. gonorrhoeae es de aproximadamente 375 casos por cada 100 000 habitantes. En México la incidencia descendió en la segunda mitad del siglo XX, desde 213 casos por cada 100 000 habitantes en 1941 a 20 casos sobre el mismo denominador en 1989. En la década de 1990, la tendencia en México se mantuvo descendente, con una incidencia en 1995 y 1996 de 8,8 y 13,7 por cada 100 000 habitantes, respectivamente.[3]

Etiología[editar]

La gonorrea es causada por una bacteria llamada Neisseria gonorrhoeae o gonococo. Esta bacteria es un diplococo Gram negativo, de entre 0,6 a 0,8 micrones de diámetro, no flagelado, sin cápsula, cuya superficie externa está compuesta por fimbrias que consisten en largos pelos denominados pili. En el microscopio se ve como dos estructuras arriñonadas o en granos de café, unidas por la concavidad en pares adyacentes. El gonococo es un microorganismo lábil al calor, a la refrigeración y a diversos antisépticos. Es sensible a la desecación y resiste poco al aire (una o dos horas).[6]

La transmisión puede ocurrir durante el acto sexual, en el parto (si la madre está infectada), o por contaminación al llevar secreciones infectadas de una mucosa a otra.[7][8]

Patogenia[editar]

Neisseria gonorrhoeae

Los primeros lugares que afecta la bacteria son el epitelio columnar de la uretra y endocérvix. El recto, la faringe y la conjuntiva de los ojos también pueden verse infectados. La vulva y la vagina de las mujeres, normalmente, también son afectadas, puesto que están ligadas con las células epiteliales. En las mujeres, el cérvix suele ser el primer sitio infectado.

Cuadro clínico[editar]

Aunque es posible que algunos portadores de la gonorrea no presenten ningún síntoma, de todas maneras pueden transmitir la infección a otras personas.[9][10]​ El cuadro clínico varía dependiendo del sexo del portador.[11]

En el varón[editar]

Los síntomas en el varón suelen aparecer entre los 2 y los 21 días después de haber contraído la enfermedad. Entre los más habituales se encuentra la secreción uretral de carácter mucoso y tono blanquecino, claro, purulento, grueso y amarillento que libera el pene. También puede manifestarse en dolor al orinar, experimentando una sensación de escozor o quemazón procedente de la uretra. El dolor y la inflamación testiculares son bastante frecuentes en cuadros de gonorrea.

La Neisseria gonorrhoeae puede causar otras complicaciones secundarias como la uretritis y la prostatitis. Muy rara vez se manifiesta esta infección bacteriana de forma asintomática en el varón, siendo casi todos sintomáticos al principio, aunque en un primer momento puede ser confundida con otro tipo de patología urogenital.[12]

En la mujer[editar]

En las mujeres, la infección suele transcurrir de forma asintomática. Sin embargo, pueden presentarse signos y síntomas tales como una secreción vaginal, aumento de ganas de orinar y molestias urinarias (disuria). La expansión del germen hacia las trompas de Falopio puede producir dolor en la zona baja del abdomen, encogimiento, fiebre, náusea y los síntomas generalizados de cuando se tiene una infección bacteriana.[13]

También produce enfermedades como vaginitis y cervicitis, pero también endometritis, salpingitis y enfermedad pélvica inflamatoria (EPI). Caracterizada por enrojecimientos en el área genital. El sistema inmune tiene serios problemas para acabar con Neisseria gonorrhoeae, dado que posee fibras con una alta tasa de variación antigénica. Puede ser causa de esterilidad y de ceguera en el recién nacido.[13]

Consecuencias[editar]

  • Puede causar daño a los órganos reproductores.
  • Tanto hombres como mujeres pueden quedar estériles. En las mujeres produce enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) que causa infertilidad. En hombres con epididimitis también pueden verse afectado el transporte de espermatozoides.
  • Una madre que tiene gonorrea puede contagiar a su bebé durante el parto causándole ceguera.
  • Puede causar daños al pene, enfermedades de la piel, articulaciones con artritis. Hay una alteración inmunitaria que desencadena la bacteria que afecta a los ojos con conjuntivitis o uveítis, articulaciones (artritis reactiva) y genitourinarias (uretritis o cervicitis).
  • Secreción espesa amarilla o blanca de la vagina.
  • Ardor o dolor al orinar.
  • Menstruación anormal o pérdida de sangre vaginal entre menstruaciones.
  • Calambres y ardor en la parte baja del abdomen.
  • Produce inflamación y obstrucción de las trompas o abscesos (cúmulos de pus) en los ovarios.
  • En el hombre infecciones en la uretra, próstata, vesículas seminales y el epidídimo.

Complicaciones[editar]

Cuando la gonorrea no se trata, puede ocasionar problemas de salud graves y permanentes tanto en los hombres como en las mujeres, pudiendo quedar estériles si padecen una gonococia complicada con epididimitis en el caso de los hombres, o con salpingitis o enfermedad pélvica inflamatoria en el caso de las mujeres.

Si la gonorrea no se trata, puede propagarse a la sangre y a las articulaciones, pudiendo, incluso, ocasionar la muerte.

Tratamiento[editar]

La gonorrea (Neisseria gonorrhoeae) es sensible a una amplia gama de antibióticos, pero es capaz de desarrollar resistencia frente a algunos de ellos. Muchas cepas son resistentes a la penicilina. No obstante, antes de la aparición de las cepas resistentes era muy sensible a este antibiótico, cosa sorprendente dado que son bacterias gram negativas. Actualmente es efectivo en el tratamiento de la gonorrea el uso de cefalosporinas de tercera generación como ceftriaxona, cuya administración es por vía intramuscular en dosis de 250 mg en una sola inyección; se puede usar azitromicina (Zithromax), 2 g en una sola dosis para personas que tengan reacciones alérgicas severas a ceftriaxona, cefixima o penicilina. También hay cepas de N. gonorrhoeae resistentes a la azitromicina.[13]

Las parejas sexuales de la persona infectada deben recibir tratamiento antibiótico también. Además deben rastrearse otras ITS en el paciente y en sus parejas sexuales.

También se suele asociar la cefalosporina con algún macrólido, como azitromicina, por la frecuente coinfección con Chlamydia trachomatis, que causa un cuadro similar a la infección por gonococo, generalmente dos semanas después de iniciado el cuadro, cuya excreción uretral no suele ser de desagradable olor, y con test de Gram negativo.

Las fluoroquinolonas, ciprofloxacino, ofloxacino, norfloxacino y levofloxacino no se recomienda entre el grupo de pacientes que incluyen a hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y en caso de resistencia a estos medicamentos, el Centro de Control de las Enfermedades y Prevención de los Estados Unidos recomienda el uso de cefalosporinas en conjunto con tetraciclinas. Hasta el 2007, no ha habido nuevas opciones de tratamiento para las especies resistentes a antibióticos más allá de las cefalosporinas.[14]

En 2011, científicos de Japón y Suecia lograron aislar una nueva cepa, llamada H041, que puede provocar esta enfermedad. El análisis de la cepa realizado por el equipo reveló que es extremadamente resistente a todos los antibióticos tipo cefalosporina, los últimos medicamentos efectivos que quedan para tratar la gonorrea.[15]

Aspectos históricos[editar]

Una descripción muy temprana de la gonorrea con información sobre su tratamiento puede encontrarse en los escritos de Aretaios (ca. 80-138 d.C.), un médico griego de la Escuela hipocrática.[16]​ En Celsus la enfermedad se denomina "Nimia profusio seminis". [17]

Una mención aún más antigua de la gonorrea con secreción purulenta como síntoma principal se encuentra alrededor del año 1200 a.C. en la Torá.[18]​.

La diferencia entre flujo uretral y espermatorrea ya era conocida por el médico persa Aly Abbas en el siglo X.[19]

En 1837[20]​ el médico francés Philippe Ricord fue el primero en demostrar que, como Johann Clemes Tode y otros antes que él ya habían conjeturado en 1774,[21]​ La gonorrea es una enfermedad independiente que debe distinguirse de la sífilis.[22]​ Hasta 1838, ambas enfermedades se conocían anteriormente como morbus venereus (o "epidemia de lujuria"[23]​).[24][25]​ En 1872, Emil Noeggerath describió las enfermedades anexas gonorreicas.[26]Albert Neisser descubrió por primera vez los gonococos en el frotis uretral de un paciente en 1879,[27]​ por este motivo, todo el grupo de Neisseria recibió su nombre. En 1881, Carl Siegmund Franz Credé introdujo la profilaxis ocular que lleva su nombre. [Ernst Bumm]] consiguió cultivar gonococos por primera vez en 1885.

En los Estados Unidos de América, la gonorrea -al igual que otras enfermedades de transmisión sexual- estaba especialmente extendida entre los homosexuales masculinos en la década de 1970. Las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales, que surgieron en gran número durante este periodo, lamentaron que las autoridades sanitarias no informaran sobre el hecho de que la gonorrea también podía transmitirse a través del sexo oral y anal. Estas prácticas sexuales estaban penadas por la ley en la mayoría de los estados norteamericanos de la época. Por lo general, los médicos tampoco podían diagnosticar las formas orales y rectales de la gonorrea, ya que los pacientes no hablaban de sus hábitos sexuales ni de sus dolencias por miedo a ser procesados. Por ello, en muchas ciudades estadounidenses, las organizaciones homosexuales crearon sus propias clínicas.[28]

Referencias[editar]

  1. Real Academia Española. «gonorrea». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 18 de julio de 2017. 
  2. Magnus, Unemo (2014). «Diagnóstico de laboratorio de las infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana» (PDF). Organización Mundial de la Salud: 21. ISBN 978 92 4 350584 8. Consultado el 8-8-2022. 
  3. a b c Conde-González, Carlos; Uribe-Salas, Felipe (noviembre de 1997). «Gonorrea: la perspectiva clásica y la actual». Salud pública Méx (Cuernavaca) 39 (6). doi:10.1590/S0036-36341997000600011. Consultado el 8 de octubre de 2013. 
  4. Lugones Botell, Miguel A; Molinet Duarte, Isabel; Quintana Riverón, Tania Yamilé; Vázquez Sánchez, Mario (octubre-diciembre de 1995). «Sífilis y gonorrea; parte de su historia». Revista Cubana de Medicina General Integral (en inglés) (La Habana, Cuba). Archivado desde el original el 21 de marzo de 2017. Consultado el 8 de octubre de 2013. 
  5. World Health Organization (2012). «Global action plan to control the spread and impact of antimicrobial resistance in Neisseria gonorrhoeae». Geneva, Suiza. Consultado el 8 de octubre de 2013. «Gonoccocal infections can be prevented through safer sexual intercourse. These infections represent 106 million of the estimated 498 million new cases of curable STIs that occur globally every year. » 
  6. Valenzuela Bravo, María Teresa (24 de mayo de 2012). «Alerta de resistencia en infección por Neisseria gonorrhoeae». Boletín Laboratorio y vigilancia al día. Consultado el 8 de octubre de 2013. «La información proviene de Organismos Internacionales, Instituciones afines al ISP y revisión bibliográfica respecto de materias de salud con efecto actual o potencial en nuestra población. » 
  7. «Gonorrea - Hoja informativa de los CDC». Enfermedades de transmisión sexual (ETS). Consultado el 8 de octubre de 2013. «Las personas contraen gonorrea al tener relaciones sexuales con alguien que tenga esta enfermedad. "Relaciones sexuales" quiere decir relaciones sexuales anales, orales o vaginales. La gonorrea puede ser transmitida a través de los fluidos corporales así el hombre no eyacule. La gonorrea también puede transmitirse de una madre que no haya recibido tratamiento a su bebé durante el parto. » 
  8. Benedek, Thomas G. (invierno de 2005). «Gonorrhea and the Beginnings of Clinical Research Ethics». Perspectives in Biology and Medicine (en inglés) 48 (1): 54-73. Consultado el 8 de octubre de 2013. «(traducción: “...tomó la mucosidad pura (como pus) de los párpados de algunos niños con conjuntivitis mucosa, en el Hospital para Niños Enfermos de París, y lo introdujo bajo los párpados de cuatro niños ciegos que pertenecían al Instituto de la Ceguera. Estos niños eran amauróticos (ciegos sin anormalidades aparentes en los ojos)... en los cuatro casos se produjo una conjuntivitis mucosa” ». 
  9. «Gonorrea - Enfermedades de transmisión sexual». www.cdc.gov. 7 de junio de 2022. Consultado el 9 de agosto de 2022. 
  10. «¿Qué es la gonorrea? ¿Cómo se transmite la gonorrea? I Planned Parenthood». www.plannedparenthood.org. Consultado el 9 de agosto de 2022. 
  11. «Módulos de Principios de Epidemiología para el Control de Enfermedades». Organización Panamericana de la Salud. (2° edición edición). 2011. ISBN 92 75 32407 7. Consultado el 8-8-2022. 
  12. Murray, Patrick (2017). «23». Microbiología Médica. Elsevier Health Sciences. p. 238. ISBN 978-84-9113-088-8. Consultado el 1 de agosto de 2020. 
  13. a b c Alejandro Escobar (26 de octubre de 2016). «El riesgo de padecer una gonorrea intratable». Facultad de Odontología. Consultado el 7 de abril de 2017. 
  14. Newman, Lori M., John S. Moran y Kimberly A. Workowski. «Update on the Management of Gonorrhea in Adults in the United States.» (en inglés). Clinical Infectious Diseases 2007;44:S84–S101.
  15. Tarik Jasarevic (6 de junio de 2012). «La OMS aconseja actuar urgentemente contra la propagación de la gonorrea resistente a los antibióticos». Organización Mundial de la Salud. Consultado el 30 de marzo de 2018. 
  16. A. Mann (traductor): Die auf uns gekommenen Schriften des Kappadocians Aretaeus. Halle 1858.
  17. Julius Rosenbaum: Geschichte der Lustseuche im Altertume nebst ausführlichen Untersuchungen über den Venus- und Phalluskultus, Bordelle, Νοῦσος ϑήλεια der Skythen, Paederastie und andere geschlechtliche Ausschweifungen der Alten als Beiträge zur richtigen Erklärung ihrer Schriften dargestellt.. [1839]. 7ª edición. H. Barsdorf, Berlín 1904, pp. 375-387.
  18. Werner E. Gerabek: Gonorrea (Tripper). En: Enzyklopädie Medizingeschichte. 2005, p. 502 y ss.
  19. Birgit Adam: Die Strafe der Venus. Una historia cultural de las enfermedades venéreas. Orbis, Munich 2001, ISBN 3-572-01268-6, p. 91.
  20. Ricord: Traité pratique des maladies vénériennes. 1838, pp. 104-105.
  21. Paul Diepgen, Heinz Goerke: Aschoff: Breve cuadro sinóptico sobre la historia de la medicina. 7ª edición revisada. Springer, Berlin/Göttingen/Heidelberg 1960, p. 32.
  22. Hendrik Christian Voß: Die Darstellung der Syphilis in literarischen Werken um 1900. Auswirkung wissenschaftlicher Konzepte und sozialer Ideen. Medical dissertation, Lübeck 2004, p. 9; uni-luebeck.de (PDF; 1.1 MB)
  23. Julius Rosenbaum: Geschichte der Lustseuche im Altertume [...]. Halle 1839; 7ª edición, H. Barsdorf, Berlín 1904
  24. Paul Diepgen, Heinz Goerke: Aschoff/Diepgen/Goerke: Kurze Übersichtstabelle zur Geschichte der Medizin. 7ª edición revisada. Springer, Berlin/Göttingen/Heidelberg 1960, p. 40.
  25. Philippe Ricord (2000). Lexikon der Naturwissenschaftler. 
  26. Paul Diepgen, Heinz Goerke: Aschoff/Diepgen/Goerke: Kurze Übersichtstabelle zur Geschichte der Medizin. 1960, S. 44.
  27. Stefan Winkle (1997). Kulturgeschichte der Seuchen -Komet. ISBN 3-933366-54-2. 
  28. Mark Thompson (ed.): Long Road to Freedom. The Advocate History of the Gay and Lesbian Movement. St Martin's Press, Nueva York 1994, ISBN 0-312-09536-8, p. 138.

Enlaces externos[editar]