viernes, 6 de marzo de 2015

DOCE POEMAS: MARIO BENEDETTI

Nace, en Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó (República Oriental del Uruguay), el 14 de septiembre de 1920. Sus padres, Brenno Benedetti y Matilde Farugia lo bautizan con cinco nombres: Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno. A los cuatro años, su familia se muda a Montevideo, donde cursa sus estudios primarios en el Colegio Alemán. Termina el colegio secundario en forma libre en el Liceo Miranda. Los problemas económicos lo obligan a trabajar a la temprana edad de 14 años, en una casa de repuestos automotores. 

En su última obra "Testigo de uno mismo" (Agosto 2008) presentía ya el final de sus días, a la vez que insistía en la soledad sin su amada Luz (su esposa, fallecida en 2006 tras 60 años de matrimonio). 
"Acontece la noche y estoy solo, 
cargo conmigo mismo a duras penas, 
al buen amor se lo llevó la muerte 
y no sé para quién seguir viviendo".

Fallece el día 17 de mayo de 2009 en Montevideo, a los 88 años. El gobierno uruguayo decreta duelo nacional para el 18 de mayo.

A ELLOS
Se me han ido muriendo los amigos
se me han ido cayendo del abrazo
me he quedado sin ellos en el día
pero vuelven en uno que otro sueño

es una nueva forma de estar solo
de preguntar sin nadie que responda
queda el recurso de tomar un trago
sin apelar al brindis de los padres

iré archivando cuerdos y recuerdos
si es posible en desorden alfabético
en aquel rostro evocaré su temple
en este otro el ancla de unos ojos

sobrevive el amor y por fortuna
a esa tentación no se la llevan
yo por las dudas toco la mismísima
madera, esa que dicen que nos salva

pero se van fugando los amigos
los buenos, los no tanto, los cabales
me he quedado con las manos vacías
esperando que alguien me convoque

sin embargo todos y cada uno
me han dejado un legado un regalito
un consuelo, un sermón, una chacota
un reproche en capítulos, un premio

si pudiera saber dónde se ríen
dónde lloran o cantan o hacen niebla
les haría llegar mis añoranzas
y una fuente con uvas y estos versos

A TIENTAS
Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre

se avanza a tientas, lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias

se avanza a tientas, vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba

CARTAS NO ESCRITAS
Las cartas no escritas son las más tiernas
las más convincentes las más vivas
son así porque la vergüenza
se queda en su frasquito
y no sale a sembrar el desconcierto

las cartas no escritas son las más veraces
tan piadosas son y tan arrepentidas
que pueden convertirse en sollozos de luna

las cartas no escritas son las más lacónicas
tan desguarnecidas y tan modestas
que van dejando párrafos en las arterias
puntos y comas en la garganta
paréntesis de escándalo en los tímpanos

las cartas no escritas si algún día se escriben
se adornan con palabritas y palabrotas
apelan a ardides en plena sintaxis
y dicen lo que dicen sin decirlo

EL MUNDO QUE RESPIRO
El mundo que respiro
huele a basura fértil
a memoria de incienso
de nafta y a McDonald

el aire llega mustio
sin nadie que lo sople
sin ingenios en flor
ni ráfagas de tango

o ni siquiera llega
entonces respiramos
la bocanada oscura
del tiempo transcurrido

por sus lentas razones
por su falsa alegría
el mundo que respiro
es ceniciento y lánguido

El mundo que respiro
es de nadie, es de todos
me ahoga o me libera
me exige, me conmina
me agobia con noticias
con odios, con ternura

el mundo que respiro
trae provocaciones
indultos y milagros
me llena los pulmones
de ráfagas que ignoro
pero nunca es el mismo

el mundo que respiro
tiene quejas de mártires
mensajes de suicidas
explosiones de júbilo
y no obstante no obstante
vivo porque respiro

LABERINTOS
De todos los laberintos el mejor
es el que no conduce a nada
y ni siquiera va sembrando indicios
ya que aquellos otros
esos pocos que llevan a alguna parte
siempre terminan en la fosa común

así que lo mejor es continuar vagando
entre ángulos rectos y mixtilíneos
pasadizos curvos o sinuosos
meandros existenciales, doctrinas en zigzag
remansos del amor, veredas del desquite
en obstinadas búsqueda de lo inhallable

y si en algún momento se avizora
la salida prevista o imprevista
lo más aconsejable es retroceder
y meterse de nuevo y de lleno
en el dédalo que es nuestro refugio

después de todo el laberinto es
una forma relativamente amena
de aplazar cualquier postrimería

el laberinto, además de trillada metáfora
frecuentada por Borges y otros aventajados
discípulos y acólitos del rey Minos

es simplemente eso, un laberinto,
Cortázar se quejaba, entre otras cosas,
de que ya no hubiera laberintos
pero qué sino un laberinto
es su rayuela descreída y fértil

forzado a elegir entre los más renombrados
digamos los laberintos de Creta Samos y Fayum
me quedo con el de los cuentos de mi abuela
que no dejaba vislumbrar ninguna escapatoria

en verdad en verdad os digo que la única fórmula
para arrendar la esquiva eternidad
es no salir jamás del laberinto
o sea seguir dudando y bifurcándose y titubeando

o más bien simulando dudas bifurcaciones y titubeos
a fin de que los leviatanes se confundan

así y todo el laberinto es tabla de salvación
para aquellos que tienen vocación de inmortales
el único inconveniente es que la eternidad,
como bien deben saberlo el padre eterno
y su cohorte de canonizados,
suele ser mortalmente aburrida

MAS ACA DEL HORIZONTE
Más acá está la siembra, están los sueños
una infinita colección de rostros
la liturgia del mar y sus arenas
están los fuegos y está la ceniza
las inauguraciones y los ritos
las redes de la vida y la sencilla
la incorruptible muerte, la de todos

el horizonte, borde espurio y flaco
frontera del futuro, nada en cierne
es un enigma manso, tan hipócrita
que no asume su rango en el espacio
el horizonte es filo inofensivo
y sin embargo hiere desde lejos

las gaviotas lo asumen lo acompañan
y la noche lo cubre como puede
pero su línea nos persigue inmóvil
en la vigilia y en la duermevela

más acá está tu vientre tu espesura
la corteza del árbol que olvidaste
el espasmo imprevisto de los celos

las rondas de tu sangre, tus indultos
tus muertos y los míos, la campana
que se queja doliente en su clausura,
tu estilo de vivir o de apagarte

más acá estoy yo mismo, fanal tenue
que no ilumina ni desvela a nadie
escaso de propuestas y de súplicas
con mi cuerpo vulgar siempre a la espera
de tu cuerpo leal, ese desnudo

más acá estoy yo mismo, confundido
como un crédulo espejo sobre el agua
y no reflejo olas sino antorchas
que inventé como un juego y ya no invento

el horizonte mientras tanto vive
de su salitre y sus amaneceres
la ojeada del alba lo despierta
lo introduce flamante en el mercado
de luces de tinieblas y de sombras

el horizonte cesa cuando llueve
velado tras un llanto que no es suyo
o simplemente cuando tu mirada
deja de vislumbrarlo enceguecida

el tiempo en cambio no se esconde, ocurre
nos deja turbios y turbados, pobres,
desengañados de éstas y otras ferias
de otros huecos de Dios y otras visiones

la verdad es que todo lo que amamos
todo lo que nos duele y lo que somos
existe más acá del horizonte

MELANCOLIAS
Como es sabido la melancolía
no es sinónimo de soledad
aunque una y otra lleguen
con un llanto sequísimo
una ternura en trozos
una tristeza que no tiene nombre.

con la melancolía no se juega
sobre todo si sube desde los huesos
y se abre temblorosa y delirante
hay una melancolía que se engancha a la vida
y otra melancolía que se asoma a la muerte.

pero los melancólicos no son candorosos
conocen por lo general de qué se trata
la asumen como una fiebre recurrente
como una propensión a la dulzura
o un modo inédito de respirar.

normalmente
la soledad y la melancolía
tienen vergüenza de mostrarse
sólo el amor les infunde coraje
y las convierte en pájaros de fuego.

NO OLVIDAR
Yo no quiero olvidar
ni las heces del norte
ni las mieles del sur

yo no quiero olvidar
ni el jilguero de infancia
ni el odio a martillazos

yo no quiero olvidar
ni la luna de abril
ni el árbol del destierro

yo no quiero olvidar
tu alerta de ojos verdes
ni mi exilio sin tacto

yo no quiero olvidar
las curvas del futuro
ni el mar con sus salmones

y no quiero olvidarlos
porque la vida es una
y olvidada no sirve
para nada

OCTOGESIMO
A los ochenta años uno empieza
a olvidar las ausencias, los vacios,
los orificios de la duda
los nombres de las calles
el motivo irreal de las nostalgias
las lagunas del tiempo pordiosero

después de todo hay que aceptar
que esa desolación ya no hace daño
más bien ayuda sin quererlo
a que la talla espiritual se pula
y hasta la soledad se vuelva amena

a los ochenta ya no es necesaria
la respuesta humillante del espejo
uno ya sabe la orografía de las arrugas
la mirada sin fe de los insomnios
el fiordo inaugural de la calvicie

el futuro se ha vuelto milimétrico
no conviven en él dulces sospechas
las expectativas son flaquísimas
y uno se va habituando a una quimera
tan breve como inmóvil

a los ochenta las paredes miran
y a veces hablan y aseguran
que todavía no van a derrumbarse
pero uno por si acaso sale a la intemperie
y encuentra que es un refugio acogedor

POR QUE SERA?
Por qué será que uno fabrica sus recuerdos
y luego los olvida?
por qué será que uno procede de algún Dios
para volverse ateo?
por qué será que la luna tiene una barriga blanca?
por qué será que cuando abro el ropero
las mangas me saludan?
y que tu boca dice ternuras tan solo cuando calla?
por qué será que un cuerpo virgen tiene pezones de burdel?
por qué será que si decido morir nadie me cree?
por qué será que los pájaros cantan después de los entierros memorables?
por qué será que si beso tu beso me siento renovado?
por qué será que me haces tanta falta?

REMONTAR LA NOCHE
Me gustaría remontar la noche
de la infancia con lágrimas y miedo
para verla por fin en su crudeza
en su signo verídico y sencillo.

la inocencia no es sólo de los niños
es también de los bravos y los viejos
y no es blanduzca ni condescendiente
ni se distrae en su mudez balsámica.

los años no recorren implacables
soportamos el cuerpo a duras penas
los años son maestros de abandonos
y nos dejan más solos que la una.

nadie se esconde el corazón es fácil
todavía produce sentimientos
algún rencor que otro ojos de lluvia
mitos que son del enemigo.

por qué no puedo concentrarme
en los cordones de mi sombra?
por qué no puedo entrar a saco
en el ardid del horizonte?

me gustaría remontar la noche
para nacer de nuevo duelo y fiesta
con todas las lecciones aprendidas
y el corazón un poco más difícil.

TE ACORDAS HERMANO
Te acordás hermano qué tiempos aquellos
cuando sin cortedades ni temor ni vergüenza
se podía decir impunemente pueblo?
cada uno estaba donde correspondía
los capos allá arriba, nosotros aquí abajo

es cierto que no siempre
logró colarse el pueblo en las constituciones
o en las reformas de constituciones
pero sí en el espíritu de las constituciones,
los diputados y los senadores
todos eran nombrados sin boato
como representantes de ese pueblo

ahora el requisito indispensable
para obtener curules en los viejos partidos
y algunos de los nuevos
es no arrimarse al pueblo
no soñar con el pueblo

incluso hubo un ministro mexicano (Sabines Dixit)
que en el sesenta y ocho
unos meses después de Tlatelolco
dijo, con el pueblo me limpio el culo,
después de todo el tipo era sincero

por otra parte en las obras más doctas
de los historiadores con oficio
el pueblo aún figura en las notas al pie
y en el último tramo de la bibliografía

pero el voquible pueblo, en general,
es contraseña de las catacumbas
de los contactos clandestinos
de las exhumaciones arqueológicas

de vez en cuando surge un erudito
que descubre que Engels dijo pueblo
que Gramsci el che Guevara y rosa Luxemburgo
que Mariátegui y Marx y pablo iglesias
dijeron pueblo alguna que otra vez

y ciertos profesores que todavía tienen
en sus almarios un pañuelo rojo
llevan a sus alumnos al museo
para que tomen nota disimuladamente
de cómo eran las momias y los pueblos
y claro los muchachos que absorben como esponjas
se levantan sonámbulos en mitad de la noche
y trotan por los blancos corredores
diciendo pueblo saboreando pueblo

mas como en la vigilia vigilada
ya nadie grita ni murmura pueblo
hay en las calles y en las plazoletas
en los clubes y colegios privados
en las academias y en las autopistas
una paz algo densa, a prueba de disturbios
y un silencio compacto, sin fisuras
algo por el estilo del que encontró Neil Armstrong
cuando anduvo paseando por la luna sin pueblo.