COLUMNA DE EDUARDO FERNÁNDEZ.
El Papa y Venezuela
El papa
Francisco se ocupa de Venezuela. Luego del ángelus, desde la plaza de San Pedro
en el Vaticano hizo un llamado “por la dignidad de cada persona y por la
sacralidad, o sea, por el carácter sagrado de cada vida humana”.
También
pidió la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, a
quien le rogó por el destino de nuestro país. Se refirió a la situación
venezolana después de condenar la persecución y el asesinato de cristianos en
Siria y en Irak.
Me permito
insertar el texto de la mención de S. S. el papa Francisco sobre Venezuela: el
Pontífice aseveró que reza por otra situación dramática, la que está viviendo
Venezuela. “Deseo recordar también -dijo Francisco- a Venezuela, que está
viviendo nuevamente momentos de aguda tensión”. Y afirmó: “Rezo por las
víctimas, en particular por el joven asesinado pocos días atrás en San
Cristóbal”. Por supuesto, se refería al caso de Kluiverth Roa, cuya muerte ha
conmovido la conciencia de todos los venezolanos.
“Exhorto a
todos -expresó el Santo Padre- a rechazar la violencia y a respetar la dignidad
de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a que retomen un
camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y de
diálogo sincero y constructivo”.
El Papa
concluyó sus palabras poniendo bajo la protección de María al país: “Confió
aquella querida nación a la materna intercesión de Nuestra Señora de Coromoto”.
Ojalá todos
le prestemos atención a la palabra del Santo Padre y ojalá todos nos
dispongamos a acatarla y a actuar en consecuencia.
Desde hace
15 años prevalece en nuestro país la cultura de la confrontación. La estrategia
del actual gobierno desde el primer día fue la de confrontar, la de dividir a
los venezolanos entre buenos y malos hijos de la patria, entre revolucionarios
y contrarrevolucionarios, entre amigos del imperio y enemigos del
imperio.
Todo el
tiempo se nos ha ido en una infecunda pelea mientras la economía se convierte
en un desastre e irrumpe el desabastecimiento, la inflación y la inseguridad.
¡Ya basta de
pleitos inútiles! Es el momento de recuperar un sentimiento de unidad nacional
y retomar, como lo pide el Santo Padre, “un camino común para el bien del país
reabriendo espacios de encuentro y de diálogo sincero y constructivo”.
Seguiremos
conversando.
Eduardo Fernández
@efernandezve
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