Opinión

¿Qué esperamos?

Luis Wertman Zaslav*

1

¿Qué haces cuando en siete años te denuncian más de cien mil teléfonos que son utilizados para extorsionar? ¿Qué haces cuando te denuncian más de 11 mil cuentas bancarias para recibir el dinero de esas extorsiones? ¿Qué haces cuando tienes esta información y no eres autoridad (ni quieres serlo) para investigar y castigar a los responsables? ¿Qué le dices a los miles de ciudadanos como tú que te han dado esos datos con la esperanza de que alguien (tú en este caso) haga algo?

La primera solución es simple: darle toda la información a quienes sí tienen la obligación de resolverlo y esperar resultados. En esa ruta, el manual señala que de vez en cuando habría que criticarlos públicamente si las investigaciones avanzaban con lentitud, o si, de plano, no se hiciera nada (como ocurre en muchas ocasiones). Y volver a esperar. O no.

Con estos datos que el Consejo Ciudadano recibió durante este periodo decidimos desarrollar la primera aplicación gratuita (app) para teléfonos inteligentes que evita ser extorsionado. Contrario a lo que relataba al principio, esperamos ¡seis meses! para lanzarla, porque Apple no ha concluido con los protocolos de autorización para tenerla disponible en su tienda virtual. Y luego nos dimos cuenta que no tenía sentido esperar más. Una herramienta sencilla, eficaz y muy poderosa generada y alimentada por los propios ciudadanos -para quitarle a los delincuentes su principal ventaja: el factor sorpresa- tenía que estar a la mano de la gente.

Ante la laguna jurídica sobre lo que se puede hacer en torno a los números telefónicos identificados para extorsionar o que tienen actividades sospechosas para la obtención de datos personales (varios call centers de tarjetas de crédito, despachos de cobranza, tiendas departamentales, entre muchos otros a los que les damos información), el tiempo que tardan las investigaciones para dar con los delincuentes, pedir la información a las empresas de telefonía celular, el Consejo Ciudadano decidió crear la app que permite identificar y alertar a los ciudadanos cuando reciben una llamada de este tipo.

Es decir, pasamos de la protesta a la propuesta y a la acción (y de paso agregamos una nueva ruta al manual).

La principal fortaleza de la herramienta son los 100 mil números que a lo largo de siete años han sido reportados por víctimas en toda la República. Primero al 5533 5533, Línea Ciudadana, desde el año pasado al *5533 Línea Nacional contra la Extorsión -ambas gratuitas- y ahora por medio de la aplicación.

Previo al lanzamiento recibimos el apoyo de nuestros 25 consejeros para iniciar con 70 por ciento de los teléfonos inteligentes, que son los que emplean sistema operativo Android; hablamos con las empresas de telefonía que vieron la iniciativa con buenos ojos y con las autoridades locales del Gobierno de la ciudad y federales para agilizar el intercambio de información. De paso agradezco a Google por su rapidez para tener disponible la app No Más Extorsiones o NomasXT que cualquiera puede descargar gratuitamente.

La aplicación sólo pide un sencillo y breve registro: el lugar de residencia, el sexo y un rango de edad, los cuales permiten georeferenciar el delito. Una vez registrado, la aplicación se encuentra lista para operar. Básicamente lo que ocurre es lo siguiente: al recibir una llamada la aplicación busca el número entrante en la base de datos y si coincide te marca una alerta de que es sospechoso, para que no contestes. De igual forma, permite reportar de inmediato el número al Consejo Ciudadano.

Una de las principales ventajas del sistema es que puede operar sin necesidad de tener activados los datos, es decir, el servicio de internet del teléfono. Otro beneficio es que permite bloquear números molestos, al sumarlos a tu aplicación y evitar contestar llamadas de este tipo (lo que ya ocurre en miles de casos).

Es importante aclarar que pueden presentarse intentos de extorsión desde números que no estén en la base; en este caso, la petición que hacemos es colgar y denunciar el nuevo número por la aplicación o a los números arriba mencionados, para que tú teléfono quede protegido ante el mismo y podamos sumarlo a la base.

Creo que por años nos hemos sentido impotentes y frustrados al no poder lograr las condiciones para tener un país mejor. Es un sentimiento general, al que se suma la desconfianza y la incredulidad de que podremos hacerlo algún día. Hace siete años lo más sencillo hubiera sido darse por vencido y seguir quejándonos porque somos víctimas condenadas a esperar. Pero un grupo de ciudadanos decidimos hacer lo contrario.

Hoy tenemos más de 50 mil descargas y miles de personas a salvo. Nos han solicitado esta herramienta desde Seattle, Guatemala, Barcelona y Washington, porque parece que el delito de extorsión telefónica no es exclusivo de los mexicanos. Sé que falta mucho camino por recorrer como sociedad, pero hace tiempo que cientos de nosotros decidimos dejar de ser víctimas y quejarnos menos. Si hay un problema, sólo actuamos.

El autor es presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.

También te puede interesar:
*5533, línea nacional contra la extorsión telefónica
Una mirada ciudadana
Las ciudades del futuro, se piensan hoy

COLUMNAS ANTERIORES

Balance Migratorio 2023: Lecciones y Perspectivas para 2024
México a futuro: un país libre de plomo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.