LA ESENCIA DE LA VIDA ES JESUCRISTO:

 

Solo en Él hay Salvación, genuino amor y felicidad intrínseca. Él nos otorga su paz, la cual sobrepasa todo entendimiento y nos sostiene firmes aun en medio de las incertidumbres de la vida. Él es nuestro guía y nuestra meta. Por lo tanto, la decisión más importante de tu vida, hoy, es arrepentirte de tus pecados y creer en Jesucristo como tu Señor y Salvador! Jesucristo te ama y quiere salvarte hoy! 

 

Juan 3:16 - De tal manera amo Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. 

 

Juan 14:6 - Jesús dijo: “Yo soy el camino la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” 

 

1ª Timoteo 2:5-6 - Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos. 

 

Dios es Santo y los humanos pecadores. La santidad no coexiste con el pecado. Hemos pecado contra Dios y estamos separados de Él. Dios tambien es justo, por lo tanto debe actuar con justicia y condenar nuestro pecado. Dios tambien es amor y envió a su hijo Jesucristo para pagar por nuestros pecados y ser salvos en Él.

 

La paga del pecado es muerte más la dadiva de Dios es vida eterna en Jesucristo. Los que mueren sin Jesucristo, están destinados al infierno por la eternidad, más los que están en Él, tienen vida en abundancia, salvacion y vida eterna!

 

Salmos 7:11 - Dios es juez justo y Él está airado contra el impío todos los días. 

Romanos 3:23 - Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios. 

Hebreos 9:27 - Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después viene el juicio.

 

Antes de Jesucristo, la gente sacrificaba animales para el perdón de sus pecados al infringir la ley de Dios. Sin embargo, el sacrificio de Jesucristo fue una vez y para siempre por el perdón de todos nuestros pecados. Puesto que no hay perdón de pecados sin derramamiento de sangre, Jesucristo vino a la tierra como el cordero perfecto de Dios a derramar su sangre inocente por nosotros los pecadores para perdonar todos nuestros pecados. 

 

Solo Jesucristo tiene la autoridad para salvarnos de las cadenas del pecado y así reconciliarnos con Dios Padre para regalarnos vida eterna después de nuestra muerte terrenal. La salvación de nuestra alma viene solamente por medio del sacrificio, muerte y resurrección del unigénito hijo de Dios. Solo Jesucristo puede limpiarnos y perdonarnos de nuestros pecados y declararnos justos ante Dios Padre.

 

Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en Jesucristo como nuestro único Salvador. La Salvación no es a través de ningún ser humano, vivo o muerto. La reconciliación entre Dios Padre y la humanidad es únicamente por medio de su unigénito Hijo Jesucristo. El sacrificio de Jesucristo siendo 100% Dios y 100% hombre es el único medio que nos hace aceptos ante Dios Padre.

 

LA SALVACION VIENE POR ARREPENTIMIENTO Y FE EN EL EVANGELIO:

 

El concepto del arrepentimiento conlleva un cambio de vida. Al reconocer que hemos pecado en contra de Dios, sabremos que merecemos su castigo. Por lo tanto, debemos humillarnos ante Dios para pedirle perdón por nuestros pecados y por vivir alejados de Él en nuestra ignorancia, arrogancia y autosuficiencia. Debemos reconocer que fuera de Jesucristo, nuestras propias obras no pueden darnos salvación ni vida eterna y que no hay nada humanamente posible que nos reconcilie con Dios Padre y nos declare justos ante El. Es por eso que juntamente con el arrepentimiento, debemos creer por Fe en Jesucristo como el unigénito Hijo de Dios quien murió por nuestros pecados para reconciliarnos con Dios Padre y así regalarnos salvación y vida eterna. Debemos creer que Jesucristo es nuestro Señor y Salvador y que Él nos justifica y nos hace aceptos ante Dios Padre. Sigamos y obedezcamos a Jesucristo pues Él no vino a condenarnos sino a darnos salvación y vida eterna!

 

La palabra 'Evangelio' se traduce como 'BUENAS NOTICIAS'. Es por eso que el ‘evangelio’ del reino de Dios anuncia las ‘Buenas Noticias’ de que Dios nos salva y nos regala vida eterna por medio de poner nuestra Fe en su hijo Jesucristo. La Salvación es posible solamente por la inagotable gracia de Dios manifestada en Jesucristo y comienza cuando Dios, por medio de su Espíritu Santo, trae a nuestras vidas la convicción y la revelación del evangelio de la Salvación en Jesucristo.

 

Para conocer más de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo, es necesario leer la palabra de Dios, La Biblia. La Biblia es la palabra de Dios, inspirada por Dios, y está dividida en 2 partes: Antiguo Testamento (antes de Jesucristo) y Nuevo Testamento (después de Jesucristo). Los 4 evangelios del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, relatan la vida de Jesucristo. El libro de los Hechos relata la vida de los apóstoles y de la iglesia primitiva. Los siguiente 13 libros dan instrucciones sobre el modo de comportarse y sobre cómo vivir la vida cotidiana de una manera Cristo-céntrica.

 

La Biblia es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y preparado para toda buena obra. Esto es posible por medio del poder del Espíritu Santo que nos instruye con la palabra de Dios para regenerarnos y transformarnos a la imagen de la persona de Jesucristo y así convertirnos en discípulos de Jesucristo y a su debido tiempo nosotros llevemos a otros a ser discípulos de Él.

 

Dios nos ordena que lo amemos a Él de todo corazón, fuerza, alma y mente y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Dios quiere nuestra obediencia. Si amamos a Dios, debemos meditar y poner por obra sus mandamientos! 

 

Juan 14:21 - Jesucristo dijo: El que conoce mis mandamientos y los pone por obra, ése me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

 

LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO:

 

Una de las obras iniciales del Espíritu Santo es convencernos de nuestro pecado para así llevarnos al arrepentimiento. Una vez que nos arrepentimos (dejar atrás nuestra vieja y pecaminosa manera de vivir) de todos nuestros pecados y creemos en Jesucristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo comienza su obra de regeneración para moldearnos a la imagen de Jesucristo. El Espíritu Santo nos transforma, purifica y nos capacita para apartarnos del pecado para así poder llegar a ser instrumentos aptos para la obra y gloria de Dios. El fruto que produce el Espíritu Santo en nuestras vidas es: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe, Mansedumbre y Dominio Propio.

 

Si nuestra salvación es genuina, entonces el pecado que antes amábamos y practicábamos con placer, ahora nos debe llevar a convicción de culpabilidad y llevarnos al arrepentimiento. Esa manifestación es la voz del Espíritu Santo guiando nuestro diario vivir (pensamientos, acciones, sentimientos) para traer corrección y dirección a nuestras vidas y conformarnos a la imagen de Jesucristo. Jesucristo es nuestro camino, nuestro guía y nuestra meta.

 

El Dios al cual antes ignorábamos, debe ser ahora el centro de nuestras vidas. Nuestra vida debe girar en torno a Él, y nuestra comunión con Él debe de ir en aumento a través de una constante vida de oración y obediencia a su palabra. La Biblia debe de convertirse en el único medio y fundamento por el cual regir nuestra vida. La Biblia es la palabra inspirada por Dios, la cual aumenta nuestra fe y fortalece nuestro espíritu al leerla, escucharla y meditar en ella día y noche para obedecerla y poner por obra todo cuanto en ella está escrito.

 

Hay una gran diferencia entre pecar circunstancialmente (por error o debilidad) y practicar el pecado deliberadamente, premeditado y con deleite. Dios sabe que aun siendo Salvos seguiremos siendo imperfectos. Por eso, Él nos ofrece su gracia inagotable, amor incondicional y perdón continuo a los que somos salvos en Jesucristo. Sin embargo, Dios nos llama a obedecerlo a Él, a seguir a Jesucristo y a vivir en santidad (apartados del pecado). Esto solo es posible por el poder de su Espíritu Santo que nos regenera, por la autoridad de su Palabra que nos fortalece y por la profundidad de nuestra intimidad con El que nos recrea. 

 

La vida en Jesucristo no es una vida libre de problemas. Más bien, la vida en Jesucristo es algo sobrenatural en la cual aun a pesar de los problemas, podemos confiar en que Dios siempre está en control. Independientemente de nuestras vivencias terrenales, debemos tener gran gozo por la Salvación que tenemos en Jesucristo y la recompensa de la vida eterna en la presencia de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo! 

 

La evidencia de una salvación genuina se manifiesta a través del cambio que produce el Espíritu Santo en nuestro interior el cual nos debe llevar a ser más y más como Jesucristo!