martes, 17 de marzo de 2015

Carta a mi gran amor.


Esta es una parte de mi que he querido evitar toda mi vida. Es esa parte que piensa en ti a cada momento, es esa parte que quiere estar contigo, esa parte que me obliga a quererte cada vez mas día a día. Es na versión de mi que quería evitar porque no quería sentirme como me siento ahora. Creo que lo he arruinado todo, hoy he descubierto gracias a tus mismas palabras que tu ya no me quieres más, pero ¿qué he de hacer? ahora yo he quedado loca y completamente enamorada de ti. Puedo entender que nuestra conversación de aquella noche no resulto como esperábamos, por que tu me besaste y caminaste hacia la oscuridad de la noche, dejando mis emociones por completo en el suelo. Pero, dijiste que me amabas. 

Nadie puede dejar de amar tan rápido a alguien y lo se porque por mucho tiempo te he amado en mi silencio y distancia y sin embargo aquella vez que hablamos dijiste que habías dejado de amarme ¿por qué? ¿fue una mentira para protegerte? ¿tratabas de vengarte? ¿fue real? ¿has dejado de amarme de verdad? Cada palabra me molesta un poco más a cada minuto. Y no hay nada que yo pueda hacer. Dijiste las palabras mas crueles que hubiese querido escuchar y esas fueron "te ame". Se que mi vida debe continuar, como continúan las cosas sin sentido, pero quiero luchar por ello. "Si amas algo déjalo ir", esas fueron patrañas dichas por un hombre que no tuvo el valor suficiente para luchar por lo que ama. No seré esa clase de persona, esta vez pondré mi orgullo a un lado y haré lo que mi corazón considere correcto. Yo no quería sentirme así y por eso lo arruiné, pero ahora ya no hay vuelta de hoja y solo me queda seguir adelante procurando enamorarte a mi manera. Perdón por no haberlo hecho antes, tan solo esta vez dame otra oportunidad... déjame ayudarte a amarme de nuevo y esta vez te prometo que no te defraudaré. No podría perderte nuevamente porque eso me llevará a ser la persona que no tiene sentimientos y odia a la humanidad entera. Chido Fu Fumo Forever 
Emoticono heart

martes, 3 de marzo de 2015

El principito

-“Te amo” - dijo el principito… -“Yo también te quiero” - dijo la rosa. -“No es lo mismo” - respondió él… "Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía… Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados. Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aun cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría. Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.” -“Ya entendí” - dijo la rosa. -” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito.

-Antonie de Saint-Exupéry-

Su sonrisa

Camino a  mi primera vez en un bar, iba con una blusa escotada por la parte trasera, unos jeans ajustados y mi cabello alaciado con una cinta atada en el. Por primera vez en mucho tiempo me sentía lista para lo que fuera que me esperara en aquella fresca noche de primavera. Cuando entré al sitio, un impregnante olor a cigarro me perforo los ojos y me mareo al instante de inhalarlo. Normalmente no voy a lugares así, por lo tanto el olor me agarro desprevenida, pero después fue más fácil respirar, hasta que unas mesas mas adelante se encontraba él sentado con sus amigos riendo muy alegremente y su enorme sonrisa me dejó de nuevo sin respiración. Tomé aire, caminé hacia a mesa en la que se encontraba acompañado de un par de amigo y dos chicas más que yo conocía de la escuela, más una tercera que aparentemente estaba muy disgustada de verme allí o al menos eso parecía, la verdad es que no lo se, sinceramente soy mala leyendo expresiones por lo tanto decidí no darle importancia y me acerque más a ellos y en cuanto él me vio puso de nuevo esa sonrisa tan llena de vida que me dejaba sin aliento y grito mi nombre, a lo cual yo respondí con un tímido gesto. Después de un rato de estar platicando con ellos y jugando con una baqueta a verdad o reto, una banda subió al pequeño escenario del bar y comenzaron a tocar canciones en ingles que jamás había oído, sin embargo eran canciones muy buenas y me quedaba oyendo su música, pues aunque no sé tocar ninguna clase de instrumento aún, siempre me ha gustado mucho el sonido de varios instrumentos en conjunto. Estuvieron tocando por casi una hora, tiempo en el que yo volteaba mi cabeza entre ratos y captaba la mirada de aquel chico de la sonrisa bonita viéndome, pero quizá era coincidencia aunque me gustaba sacar  conclusión de que llegaba momentos en los que se quedaba mirándome puesto que de reojo podía ver su mirada en mí. Cuando terminaron de tocar era el turno de aquél chico de subir al escenario, así que le deseamos mucho éxito y diez minutos después yo me sentía realmente absorta en las melodías. No se si se trataba de el hecho de que fuera él quien estaba tocando en aquel momento o que me sabia la mayoría de las canciones que cantaban, pero cada que pasaban de una melodía a otra solo me daban ganas de cerrar los ojos y dejar que las canciones me absorbieran por completo y a pesar de lo fuerte que la música estaba yo me sentía relajada como no lo había estado en mucho tiempo. Era como una sensación de tranquilidad, aunque mi ilusión era que alguna canción de aquellas fuera dedicada a mí, siempre fue una simple fantasía y aunque tenía claro que lo más probable era que él y yo no estuviéramos juntos nunca, constantemente imaginaba que en ese momento solo existíamos nosotros, hasta que ese momento de serenidad terminó cuando ellos dejaron de tocar y la hora de marcharse había llegado. Me despedí de todos, cuando mi madre llegó a buscarme y así terminó todo. Tan sólo me lleve conmigo la imagen de su felicidad sobre el escenario y un bonito recuerdo de algo que no era ara mi.

Me di cuenta que no me importaba estar así mientras que pudiera ver esa sonrisa en su rostro. Me hacia sentir que valía la pena la espera de un "quizá" a su lado, si tenía la oportunidad de ver esa sonrisa una y otra vez. Me di cuenta de que ya me había enamorado de él mas de lo que me había permitido estarlo. Me di cuenta de que no me molestaba que hubiera alguien más en su vida, si el podía ser feliz con ese alguien. Yo me sentía realmente bien al saber que aunque no fuera yo alguien lo hacia feliz.

jueves, 26 de febrero de 2015

Recuerdo o...

Él y yo íbamos sentados en la parte trasera de un auto y nos encontrábamos cada uno en su respectiva ventanilla, yo miraba como los árboles se convertían en simples borrones al pasar a gran velocidad cerca de ellos, mientras que ocasionalmente de reojo veía que él estaba  viendo igual hacia el paisaje que tenía a su lado, sin embargo en su lado de la ventana se podía divisar una enorme extensión de agua, así pasamos gran parte del viaje, hasta que de repente el comenzó a estirar los brazos y sin fijarme en que momento, su cabeza ya se encontraba en mi regazo, por supuesto que eso me tomó por sorpresa, así que ahogué un grito mientras que el cerraba los ojos esperando a que saliera el sonido chillón de mi voz, pero no pasó, así que lentamente abrió los ojos y me pidió una disculpa, pero seguí recostado en mis piernas yo no sabia cómo reaccionar, así que simplemente me crucé de brazos y enseguida él me tomó de una mano y la colocó sobre su cabeza, decidí hacer lo que insinuaba, así que le empecé a acariciar el cabello mientras que el sonreía yo miraba a la ventana haciendo de cuenta que no estaba él en donde estaba y que yo no hacía lo que hacía. Mientras trataba de mostrarme indiferente, dentro de mi cabeza se encendía una alarma que decía "mantente así", "no caigas en sus provocaciones", "él no es para ti" y esa clase de advertencias que no quieres escuchar dentro de tu cabeza cuando estas con el chico  que te gusta, pero imposiblemente ahí estaba, escuchando esas advertencias repetidas una y otra vez en mi cabeza mientras que le acariciaba el cabello. 

EL viaje parecía eterno, así que sin darme cuenta en un momento me quedé dormida, pero el sueño duró poco debido a que él se había levantado de mis piernas y ahora yo con los ojos aun cerrados, sentía como sus manos se posaban en mi cabello y lentamente me acurrucaba en su brazo, como en una especie de abrazo. Sentía que quería que eso nunca acabara y de repente un freno me obligó a separarme de su lado, puesto que seria muy ilógico o poco creíble que alguien siguiera durmiendo con tremendo zarandeo del auto, así que hice como que no había sucedido nada y me volví hacia mi ventanilla, pero un momento después él volvió a acercarse a mi y esta vez se recostó en mi hombro así que yo voltee la cara para sonreír en un  gesto de saludo y enseguida me topé con sus enormes ojos, tupidos de pestañas muy largas y negras y me quedé hipnotizada en esos ojos castaños tan profundos. No se cuanto tiempo estuve observando sus ojos y no tenia forma de saber de que manera terminaría esto, pero pasó lo que yo me temía. Él miraba mis ojos tanto como yo los suyos, sin embargo el chico levantó su manos y comenzó a acariciar mi cabello comenzando con la parte superior para así bajar a mis mejillas y también acariciarlas diciendo que eran muy suaves, después con las yemas de sus dedos índice y dedo medio rozó mis labios y este acto me hizo estremecer, fue como cuando oigo música hermosa, de esas cantantes con voces increíbles y se me eriza la piel al escucharlas, pero después esa sensación se remplazó rápidamente con una mirada perpleja y nervios que hacía mucho tiempo no experimentaba. De pronto el chico tomó mi barbilla con su dedo pulgar  e indice y suavemente lo apretó y fue acercándolo a su rostro hasta que no quedo más de un milímetro de distancia, podía sentir su respiración y nuestros labios se encontraban ya tan cerca el uno del otro, entonces cerré los ojos esperando aquél beso y entonces...
Un golpe en la puerta me hizo levantarme de golpe y muy exaltada, entonces mientras asimilaba lo que acababa de suceder, miraba mi reloj de mi mesita de noche y comprobaba la hora. Mi madre había llamado a la puerta para despertarme, pues ya se era hecho tarde para ir a la escuela, así que me vestí muy rápido bajé las escaleras y me fui al carro en donde ya se encontraba mi hermano y mis primas todos listos para la escuela. Durante el camino pensé mucho en el sueño y me preguntaba constantemente si había sido solo eso, "un sueño". El fantasma del sueño me acompañó el resto del día, pero cuando lo vi a él parecía incomodo con mi compañía, por lo que decidí alejarme e irme a repasar mis lecciones, pues aunque él no leyera mis pensamiento y era poco probable que hubiéramos tenido el mismo sueño yo sentía que era más que un simple sueño. Yo sentía que se trataba de un recuerdo, de alguna situación en la que probablemente estuvimos juntos de esa forma, pero algo nos separó. Era como si ambos hubiésemos recordado lo sucedido en esa vez y ahora nuestras mentes se conectaran para recrear la escena. No sabia ni que pensar, así que dejé de inventar hipótesis y mejor decidí dejarlo como un sueño.

Solo se trataba de una pregunta

Un día mientas me encontraba sentada platicando en las bancas de piedra de mi escuela, con una amiga sobre nuestras experiencias sentimentales, el enamorado de ella apareció y se sentó junto a nosotras, de pronto sentí un poco de celos por ella, puesto que en esos momentos ella estaba saludándolo con un lijero beso en los labios y yo un poco incomoda lo saludaba con un gesto de la manos. Después de unos instantes de silencio el chico que de igual forma había notado nuestro silencio, se dispuso a preguntarnos de que estábamos hablando, así que mi amiga le dio una pequeña versión un poco alterada de lo que hablábamos, él dedujo inmediatamente que no le concernía nuestra plática así que solo me pregunto, quizá por curiosidad o para hablar de algo, que si yo tenia novio, a lo cual yo respondí con una sonrisa incomoda y le dije que tenia los ojos puestos en un chico. Aparentemente se dio cuenta lo vacías que sonaban mis palabras o quizá era el hecho de que evitaba su mirada, pero me preguntó como en tono de reproche "pero, ¿él tiene los ojos puestos en ti?" a lo que me quedé callada por un momento, mientras que mi mente quería gritarle al chico que se encontraba frente a mi para decirle que se callara y que no era de su incumbencia lo que pasara con mi vida, puesto que yo no tenia ninguna clase de relación, ni de  amigos con él. Todo ese torbellino de palabras surgió de repente en mi mente y tan rápido como vino se fue y de mis labios solo alcance a decir con un dejo de tristeza "no lo se, pero me encantaría averiguarlo" y una sonrisa muy forzada apareció en mis labios, para que un instante después fuera remplazada por un semblante serio y muy triste. Yo sólo quería que se fuera ese chico y me dejara con mi miga, puesto que había interrumpido nuestra conversación, sin embargo pareciera ser que mi amiga me leyó el pensamiento y con ternura le pidió al chico que se fuera y nos dejara solas. Él se disculpó por haber interrumpido nuestra conversación y con un tierno beso se despidió de ella, dejando mi mente pensativa e incluso un poco triste. Sentí que necesitaba estar sola, así que le pedí que no se fuera y me levante de mi lugar para despedirme de mi amiga y me fui, el chico inmediatamente tomó mi lugar y como si yo nunca hubiese estado hablando previamente con ella ambos se sumergieron en una platica en la que yo decidí que no quería ser partícipe y me fui a mi salón con mi corazón en la mano, repasando la pregunta que el chico me había hecho "pero ¿él tiene los ojos puestos en ti?" esa pequeña frase me mantenía muy molesta, porque realmente no sabia la respuesta y definitivamente me hubiese encantado saberla.

lunes, 23 de febrero de 2015

Otra vez...

No estaba bien, tan solo aparentaba que lo estaba. Así ha sido mi vida desde ya varios meses e incluso, puedo decir que años. Siempre era más fácil sonreír que el hecho de que te vieran mal y te preguntaran a cada momento cual era la causa de ello, las explicaciones están de más hoy en día, pues todo el mundo piensa o interpreta lo que le dices a como le da la gana y es por eso que era más fácil callar y sonreír. 
Constantemente sentía la pesada carga de callar, pues en muy pocas ocasiones había hecho esto en el pasado. Ésta vez, sin embargo, no tenía la fuerza para hacer nada. Tan solo quería que alguien me escuchara mientras aguardara silenciosamente a que terminara mi relato sobre lo sucedido, para que después ésta misma persona me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien y yo le creyera.
Todo el tiempo creí que los sentimientos eran para la gente débil, pero supongo que es una opinión muy vacía y sin fundamentos viniendo de alguien que probablemente es la persona más sentimental que he conocido, puesto que esa persona soy yo misma. En cualquier caso, ¿qué son los sentimientos? como ser humano, sé que los tengo, pero no se identificar los buenos de los malos, es probable que los sentimientos y demás, sean temas un tanto subjetivos, pero yo realmente tenia ganas de saber, qué era sentir amor real. No de esa clase de amor como el que te dan las madres, puesto que ese es amor incondicional, yo me refiero más bien a esa clase de amor en la que estas con un chico o una chica y sabes que esa persona estará ahí pese a todo. Una vez tuve un amor así, al cual herí, pero no porque quisiera hacerlo, fue más bien porque pensé que era injusto que esa persona que tanto me quería viviera engañada de mis sentimientos, porque aunque él era tierno, sincero, fiel y caballeroso, lo cierto es que para mi no era la persona ideal, y esto no tenía nada que ver con lo anterior, lo que en realidad sucedía era que mi corazón ahora le pertenecía a alguien que hace un tiempo atrás ya se había adueñado de él.
¿Qué si me sentí culpable? Por su puesto que sí, pero si hubiéramos sido el uno para el otro, ahora mismo no existirían éstas líneas. Si hubiéramos sido el uno para el otro, ahora mismo él estaría a mi lado.
La soledad pesa mucho, cuando piensas que tienes ha alguien a tu lado que en realidad nunca estuvo allí cuando lo necesitaste. ¿o es que solo no lo llamaste?, pero ¿es necesario llamarle?, si se supone que estaba allí cuando estabas bien, no es muy lógico que desaparezca cuando estás mal. Quizá es que sólo las personas no son adivinas para saber que te pasa todo el tiempo si eres tan bueno fingiendo.
Lo único que sabía era que estaba sola, justo en ese momento, sola.
No se bien lo que era.
No estaba triste ni feliz. Me sentía vacía... Otra vez.

Hola :)

Si bien es cierto que no son cientos de páginas en las que han quedado evidencia de mis más profundos sentimientos, también es cierto que sí son muchas las páginas en las que he puesto mi corazón y aunque, esas cosas de escribir no se me den tan bien como a muchas otras personas de esta tierra, se que cada palabra que hay en este sitio, en este mí sitio, son palabras que he puesto a consideración para que puedan describir de mejor manera la forma en la que quiero expresarme. 
Por otro lado, si alguien en algún lugar del planeta ha leído éstas líneas, lo invito a que continúe, puesto que probablemente encuentre aquí ciertas anécdotas que le haga sentirse identificado.