Solo para dejar constancia de acuse de recibo, el reportero se asume en el blanco del ciudadano procurador de Justicia, Víctor Carrancá Bourget. Está claro que no ha agradado el contenido de las últimas entregas de la Parabólica respecto del desempeño ilegal y poco ético de los elementos de la corporación.  
Dos distintas fuentes me han hecho saber que la gente que trabaja cerca del titular de la Procuraduría General de Justicia está empeñada en encontrar algo entre la vida habitual del autor de la Parabólica.
La primera voz de alerta anticipó ese empeño con una oración lapidaria, propia del léxico del argot policiaco: le van a poner cola, me dijo y salió disparado entre el tráfico de medio día allá por el crucero de bulevar Valsequillo y Xilotzingo. 
Asumí como parte de la mitología urbana la intención de que en un régimen que restringe el clima de libertades contra opositores políticos de peso, depositaran la mirada en un reportero que solo se dedica a preguntar, contrastar y escribir. La desproporción parece obvia.
Días después llegó el otro mensaje de una fuente distinta. Conocedora de los entretelones de la PGJ sugirió tuviera cuidado. Leen mensajes, escuchan conversaciones, espían y estudian. 
Según este nuevo aviso de advertencia, están dedicados a escudriñar en mi vida privada, mis actividades cotidianas y a seguir los pasos de este reportero en la búsqueda de información como parte del oficio que abrazo desde hace más de dos décadas.
Asumo la confrontación con el poderoso como parte del ejercicio periodístico que busca información útil sin el tufillo propagandístico con el que suelen engañar a las distintas audiencias en la radio, la televisión u otras plataformas como la web o los impresos.       
Es en esa lógica que el viernes 13 de febrero la Parabólica estuvo dedicada al caso del joven estudiante de nivel preparatoria del Instituto Tecnológico de Estudios Superior de Monterrey campus Puebla, José Sebastián Rivera Préstamo, secuestrado y ejecutado en los primeros días de febrero.
El miércoles 18 Parabólica desnudó la participación de gente cercana del procurador Carrancá en el intento de un levantón del joven Christiano Biffano a bordo de una unidad de servicio de transporte urbano en la búsqueda desaforada de los responsables del plagio9 y ejecución del estudiante del Tec de Monterrey.
Los días subsecuentes como el jueves 19, el lunes 23 y el martes 24 ofreció el autor de esta columna otros datos que revelaban la inconsistencia de la política de procuración de justicia en una administración que presume de eficiencia intachable. La verdad no oficial contada desde este espacio, pues.
Nadie no había dicho por ejemplo que en la Puebla bucólica que nos ofrece el discurso grandilocuente del gobierno panista, desde que comenzó el año, cada cuatro días ha habido un ejecutado. Ese es apenas un reflejo en el espejo que perfila la descomposición social que nadie quiere ver.    
No obstante, las advertencias que este reportero ha recibido, seguirá en la búsqueda de estos códigos inconfesables que rigen el comportamiento de los responsables de áreas estratégicas del poder público y de los operadores del sótano desde donde hiede la entraña visceral para intimidar como una forma de persuadir.
Por hoy solo queda esta constancia. Acuso recibo de la advertencia, el destinatario está enterado.