LA HAZAÑA QUE NO PUDO SER

Por Federico Cravero, periodista. Relató 9 de Julio – IDSC.

Había que hacer un partido perfecto para ganarle a 9 de Julio en Morteros, e Independiente lo hizo. Fue el mejor desempeño que he podido ver de este equipo en este torneo y en los últimos años. Estuvo a la altura de una instancia de esta jerarquía y puso en aprietos a un equipo que hasta el momento no conoce la derrota. ¿Por qué no ganó? Difícil de explicarlo. A falta de 2´40´´ para el final del juego creí que la victoria era posible. Independiente había estado siempre arriba en el marcador, llegó a sacar una máxima de 14 puntos, y no evidenciaba debilidad. El equipo invencible trató de presionarlo, de ponerlo en aprietos, achicó la diferencia pero siempre Independiente lograba contrarrestar esos embates. Faltaba tan poco pero a la vez mucho. En un abrir y cerrar de ojos, el «celeste» de Morteros clavó ¡¡3 triples!! uno detrás de otro y lo que parecía seguro se escapó como agua entre los dedos. Todo no terminó ahí, «9» quizó llevarse el partido de prepo pero la visita tuvo la fortaleza para empatarlo y prolongar el juego a un suplementario.

En esos cinco minutos del tiempo extra el «patrio» mostró lo que no había mostrado a lo largo de todo el encuentro, Independiente estaba extenuado, con algunos hombres menos por llegar al límite de faltas y anímicamente destrozado. El triunfo fue para el local por 92 a 83.
Fue un partidazo, no le faltó nada. Independiente estuvo a punto de dar el batacazo y por esas cosas de este lindo deporte no pudo ser. Sería injusto criticar algo, marcar un error o una mala decisión. Hay que estar orgulloso de este equipo, de lo que ha conseguido y de lo que puede llegar a conseguir aún. Porque todavía la serie no terminó.