Crítica de «Marsella» (***): Entrañables lecciones de humanidad
Una lección de humanidad que nos hace confiar en que aún hay gente buena por el mundo
En teoría, « Marsella » tiene todos los aditamentos para ser una película previsible por su argumento, pero no lo es. También debería ser lenta por su estructura, pero pasa rápido. Debería ser ñoña y un tanto simple, pero tampoco acaba pareciéndolo. ¿Qué pasa, pues? En primer lugar, el ritmo que le imprime Belén Macías , la capacidad que tiene para narrar el mundo interno de dos mujeres que luchan por una hija, una biológica y la otra artificial, una capacidad que dudo bastante que hubiera podido transmitir un director hombre.
Y luego, claro, el tremendo despliegue que realiza María León para llevarnos al corazón lo mejor que tiene la película: un desarrollo de la trama realmente entrañable, una lección de humanidad que nos hace aún confiar en que, aunque parezca casi imposible, aún hay gente buena por el mundo.
En realidad, Macías consigue hacer de una road movie normal, una obra tierna y casi dulce, una muestra de que como con talento y sin casi dinero se puede hacer un muy buen cine
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