Tras 10 años de litigios, una familia del Vendrell ha sido indemnizada por la negligencia médica ocurrida en el nacimiento de su hijo y que le causó una grave tetraplejia por la manera en la que fue extraído durante el parto.

El juzgado contencioso-administrativo número  15 de Barcelona ha condenado a la administración, concretamente al Servei Català de la Salut, a pagar 1.300.000 euros a la madre, Rocío Rivas. Los médicos del hospital Santa Tecla de Tarragona que atendieron el parto estiraron al bebé de las piernas para extraerlo en lugar de usar fórceps o practicar una cesárea.

El bebé no estaba encajado correctamente y con esta brusca maniobra médica fue lesionado de forma irreversible en la médula osea.

Durante el tiempo que el pequeño estuvo ingresado, más de cuatro meses y medio, tampoco se le practicó ninguna resonancia magnética para conocer el alcance de la lesión, a pesar de que desde que nació "no movía ni las manos", comentaba esta mañana de martes la madre del bebé a los medios de comunicación.

La asociación del Defensor del Paciente, en boca de su presidenta, Carmen Flores, ha exigido "la inhabilitación" del facultativo responsable de esta grave negligencia, el cuál tienen constancia que sigue ejerciendo su trabajo en el mismo centro sanitario.

Rocío se puso de parto el 20 de octubre de 2003 tras un embarazo "totalmente normal". El primer diagnóstico que recibió en el CAP de El Vendrell ya fue erróneo: una lumbalgia. La ambulancia, tras comprobarse que estaba a punto de dar a luz, tardó más de una hora en trasladarla al hospital de Santa Tecla, tal y como ha relatado la madre.

Tras romper aguas y asomar los pies del bebé, Rocío afirma que los médicos tardaron más de 20 minutos "en reaccionar" y que el ginecólogo que la atendió estiró cuando el niño venía "de nalgas". Tanto para Flores como para la madre, el daño "más que económico, es moral, porque también hay que calcular el dolor" para los afectados.

El caso de este niño, que actualmente está escolarizado en una escuela pública ordinaria, no ha escapado a las reducciones a las ayudas a la dependencia y a la sanidad pública que se han dado con los recortes de los últimos años. La madre confirma que algunas ayudas que recibían en un año de plazo, como ordenadores para que el niño pueda seguir las clases, ahora tardan más de tres.

Los recortes también afectan a otras necesidades básicas del menor, como los medicamentos (que pagan íntegramente los progenitores), las actividades extraescolares (que no puede seguir al no estar adaptadas), al transporte adaptado, al aumento de la listas de espera para especialistas y al hecho que el niño no puede quedarse en el comedor al no contar éste con personal dedicado a él.

Para Flores, estos recortes "no son para ahorrar" porque acaban saliendo "mucho más caros" a la administración.

El abogado de la familia, José Aznar, que también ha comparecido ante los medios, ha explicado que a raíz de los recortes su bufete está recibiendo más casos de mujeres que de haber sido sometidas a una mamografía más frecuentemente no habrían sido diagnosticadas de "tumores de mama y de cérvix demasiado tarde".

El hijo de Rocío presenta muchas dificultades físicas aunque es un niño perfectamente sano "a nivel cognitivo". Ha de moverse en silla de ruedas y recibir ventilación asistida las 24 horas.