Frente a una seguidilla de compromisos que no habilita distracciones,
ante la obligación de dar pelea en todos los frentes, Racing no pudo
pisar del todo firme en su excursión al estadio Nuevo Monumental y, por
la cuarta fecha del torneo, igualó 1 a 1 con Atlético de Rafaela. Sin
varias de sus figuras, la Academia no se pareció a la de las mejores
jornadas y, por lo tanto, no consiguió capitalizar la cita para sumar de
a tres nuevamente.
El equipo de Diego Cocca se plantó en el terreno con la voluntad de asumir el protagonismo pero se vio enseguida sometido a una situación incómoda que estuvo a nada de costarle un arranque en desventaja. Apenas iba un minuto del encuentro cuando Ignacio Pussetto agarró la pelota en tres cuartos de cancha, encaró dejando en el camino a dos rivales y quedó cara a cara con Sebastián Saja. El arquero le achicó bien el remate y, aunque Rodrigo Depetris convirtió en el rebote, el árbitro Jorge Baliño anuló la acción por posición adelantada. Era un primer aviso que dejaba en claro que a la visita no le sería sencillo imponer condiciones en un campo bastante más pequeño que el del Cilindro. Con algunos de los habituales titulares reservados para el duelo del martes ante Sporting Cristal, la apuesta de la Academia se topaba con inconvenientes que obligaban a prestar atención a cada jugada.
Racing se paró, como de costumbre, con dos líneas de cuatro hombres y dos delanteros netos pero no logró articular en el rato inicial del partido un rendimiento sólido que le permitiera llegar con claridad a la zona custodiada por Esteban Conde. Brian Fernández, a los 13, pateó el primer tiro al arco del campeón. Sin embargo, ese disparo no significó el comienzo de un ataque sostenido. De hecho, fue el conjunto de Roberto Sensini el que estuvo cerca de destrabar el cero. Pussetto dispuso de otra chance nítida que no resolvió bien; Alexis Niz tuvo una posibilidad de peligro a la salida de un envío detenido; y Depetris desperdició una volea entrando libre por el segundo poste. Pero, se sabe, los goles hay que hacerlos. Y fue Racing el que aprovechó la oportunidad: a los 43, Marcos Acuña lanzó un tiro libre preciso desde la izquierda y Nicolás Sánchez apareció para conectar de cabeza y llenarse la boca de alegría.
Si antes del tanto el dueño de casa era el que más intentaba, la tendencia se acentuó en el complemento porque necesitaba ir por el empate. Y no tardó demasiado en alcanzarlo: a los 6 minutos, Adrián Bastía tomó una pelota a la altura de la medialuna y sacó un zapatazo seco que se coló contra el ángulo inferior derecho de un Saja que no tuvo manera de desviarlo. Cocca buscó rectificar el rumbo y mandó al terreno a Washington Camacho por Oscar Romero. Aunque sin mucha elaboración, aunque sin el dominio del desarrollo, Racing construyó dos ocasiones bárbaras en una misma acción a los 20: primero, Fernández, tras una muy buena maniobra, y, después, Facundo Castro, pudieron haber convertido el segundo pero no acertaron a la red.
Poquito más tarde, Gustavo Bou reemplazó a Castro y se transformó en la gran referencia ofensiva. El goleador se movió enseguida en busca del hueco y recibió dentro del área con comodidad. Su zurdazo, exactamente a los 26, se fue cerca de un palo. Claro que los locales también llegaron con peligro en la segunda mitad. Saja le atajó un córner con destino olímpico a Guillermo Fernández y Pussetto dilapidó una posibilidad casi adentro del área chica. La última variante fue el ingreso de Iván Pillud por Acuña. Con algunas zozobras, con el cansancio lógico de una agenda que no da respiro, la Academia resistió la embestida final y sumó una nueva unidad para que la punta del torneo no quede demasiado lejos.
Fuente
Los Goles
El equipo de Diego Cocca se plantó en el terreno con la voluntad de asumir el protagonismo pero se vio enseguida sometido a una situación incómoda que estuvo a nada de costarle un arranque en desventaja. Apenas iba un minuto del encuentro cuando Ignacio Pussetto agarró la pelota en tres cuartos de cancha, encaró dejando en el camino a dos rivales y quedó cara a cara con Sebastián Saja. El arquero le achicó bien el remate y, aunque Rodrigo Depetris convirtió en el rebote, el árbitro Jorge Baliño anuló la acción por posición adelantada. Era un primer aviso que dejaba en claro que a la visita no le sería sencillo imponer condiciones en un campo bastante más pequeño que el del Cilindro. Con algunos de los habituales titulares reservados para el duelo del martes ante Sporting Cristal, la apuesta de la Academia se topaba con inconvenientes que obligaban a prestar atención a cada jugada.
Racing se paró, como de costumbre, con dos líneas de cuatro hombres y dos delanteros netos pero no logró articular en el rato inicial del partido un rendimiento sólido que le permitiera llegar con claridad a la zona custodiada por Esteban Conde. Brian Fernández, a los 13, pateó el primer tiro al arco del campeón. Sin embargo, ese disparo no significó el comienzo de un ataque sostenido. De hecho, fue el conjunto de Roberto Sensini el que estuvo cerca de destrabar el cero. Pussetto dispuso de otra chance nítida que no resolvió bien; Alexis Niz tuvo una posibilidad de peligro a la salida de un envío detenido; y Depetris desperdició una volea entrando libre por el segundo poste. Pero, se sabe, los goles hay que hacerlos. Y fue Racing el que aprovechó la oportunidad: a los 43, Marcos Acuña lanzó un tiro libre preciso desde la izquierda y Nicolás Sánchez apareció para conectar de cabeza y llenarse la boca de alegría.
Si antes del tanto el dueño de casa era el que más intentaba, la tendencia se acentuó en el complemento porque necesitaba ir por el empate. Y no tardó demasiado en alcanzarlo: a los 6 minutos, Adrián Bastía tomó una pelota a la altura de la medialuna y sacó un zapatazo seco que se coló contra el ángulo inferior derecho de un Saja que no tuvo manera de desviarlo. Cocca buscó rectificar el rumbo y mandó al terreno a Washington Camacho por Oscar Romero. Aunque sin mucha elaboración, aunque sin el dominio del desarrollo, Racing construyó dos ocasiones bárbaras en una misma acción a los 20: primero, Fernández, tras una muy buena maniobra, y, después, Facundo Castro, pudieron haber convertido el segundo pero no acertaron a la red.
Poquito más tarde, Gustavo Bou reemplazó a Castro y se transformó en la gran referencia ofensiva. El goleador se movió enseguida en busca del hueco y recibió dentro del área con comodidad. Su zurdazo, exactamente a los 26, se fue cerca de un palo. Claro que los locales también llegaron con peligro en la segunda mitad. Saja le atajó un córner con destino olímpico a Guillermo Fernández y Pussetto dilapidó una posibilidad casi adentro del área chica. La última variante fue el ingreso de Iván Pillud por Acuña. Con algunas zozobras, con el cansancio lógico de una agenda que no da respiro, la Academia resistió la embestida final y sumó una nueva unidad para que la punta del torneo no quede demasiado lejos.
Fuente
Los Goles
Comentarios
Publicar un comentario