Fundar 171 Resultados para: ídolos

  • Pues todos ellos no valen nada, nada son sus obras y sus ídolos, puro aire y vacío. (Isaías 41, 29)

  • ¡Yo soy Yavé! ¡Ese es mi Nombre!, no daré mi gloria a otros ni mi honor a los ídolos. (Isaías 42, 8)

  • Se retirarán humillados todos los que confían en los ídolos, los que dicen a las estatuas fundidas: «Ustedes son nuestros dioses.» (Isaías 42, 17)

  • Quedarán confundidos y humillados los fabricantes de ídolos, y se irán avergonzados. (Isaías 45, 16)

  • ¡Bel se desploma y Nebo se derrumba! Sus ídolos son puestos sobre bestias de carga, sus objetos sagrados son un peso para las bestias cansadas. (Isaías 46, 1)

  • Detrás de la puerta y a la entrada colocaste tu ídolo. Sí, lejos de mí preparaste tu cama, te subiste a ella para tu lujuria. Tú has gozado de esa gente con que te gusta acostarte y cuyos ídolos seducen tus ojos, (Isaías 57, 8)

  • Cuando pidas auxilio, ¡que te salven tus ídolos despreciables! El viento se los llevará a todos, desaparecerán de un soplo. Pero aquel que confía en mí poseerá el país y será dueño de mi Cerro Santo. (Isaías 57, 13)

  • Ahora bien se sacrifica a un buey y al mismo tiempo se mata a un hombre; se degüella un cordero pero también se desnuca un perro. Se presenta como ofrenda sangre de cerdo y, si queman incienso, lo queman ante los ídolos. Así como se deleitan en seguir sus caminos, y sus almas quedan felices con sus sucios ídolos, (Isaías 66, 3)

  • Si tú quieres volver, oh Israel, dice Yavé, si quieres convertirte a mí, si alejas de mi vista tus sucios ídolos, ya no tendrás más que esconderte de mí. (Jeremías 4, 1)

  • «Sí, los hijos de Judá han hecho lo que a mí no me gusta, dice Yavé. Han instalado sus ídolos en el templo, que lleva mi Nombre, para profanarlo; (Jeremías 7, 30)

  • El grito de angustia de la hija de mi pueblo se siente a lo largo de todo el país: «¿Ya no está Yavé en Sión?, ¿su Rey ya no está allí?» «¿Por qué me han irritado con sus ídolos, con esas cosas extranjeras, que nada son?» (Jeremías 8, 19)

  • Sus ídolos son como un espantapájaros en un sandial, que no hablan; y tienen que ser transportados, pues no pueden andar. No les tengan miedo, que no pueden hacer ni el mal ni el bien. (Jeremías 10, 5)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina