Horace Mann

(1796-1859) Educador estadounidense. El primer gran defensor de la educación pública.

Frases célebres

El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.

La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo.

El hábito es como un cable; nos vamos enredando en él cada día hasta que no nos podemos desatar.

El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.

La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.

Un ser no está completo hasta que no se educa.

Sería mucho mejor para nuestros distinguidos antepasados alabarles con menos palabras y con más acciones nobles.

Averguénzate de morir antes de haber conseguido alguna victoria para la humanidad.

El genio puede concebir, pero la labor paciente debe consumar.

El tiempo es tan precioso como lo es el dinero.