lunes, 24 de enero de 2011
viernes, 3 de diciembre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
_____________ Abanico ____________
Flamean coruscantes las chaquetillas,
la luz sobre las ropas tiembla y resbala,
y fingen pirotecnias las banderillas
y auroras las bermejas capas de gala.
El sol arde en los gajos de las sombrillas,
el clarín su alarido de muerte exhala,
y el diestro, ante los charros y las mantillas,
a la bestia que muge brinda y regala.
En tanto una damita, toda nerviosa,
se cubre con las manos la faz hermosa
que enmarcan los caireles de seda y oro,
y entreabre en abanico los leves dedos,
para ver tras aquella reja, sin miedos,
cómo brota la noble sangre del toro.
jueves, 15 de julio de 2010
El Lenguaje del Abanico.
El Abanico Rojo.
por Soledad Fernández. Óleo sobre lino.
El Lenguaje del Abanico.
El abanico colocado cerca del corazón: "Has ganado mi amor"
Cerrar el abanico tocándose el ojo derecho:"¿Cuándo puedo verte?"
Tocar un número de varillas, es la contestación a la pregunta: "¿A qué hora?"
Abanico medio abierto presionado sobre los labios: "Puedes besarme"
Cubrirse la oreja izquierda con el abanico abierto: "No reveles nuestro secreto"
Esconder los ojos detrás del abanico abierto: "Te Quiero"
Cerrar un abanico totalmente abierto lentamente: "Prometo casarme contigo"
Tocar con el dedo la parte alta del abanico: "Desearía hablar contigo"
Dejar descansar el abanico sobre la mejilla derecha: "Si"
Dejar descansar el abanico sobre la mejilla izquierda: "No"
Descender el abanico: "Seremos amigos"
Abanicarse lentamente: "Estoy casada"
Abanicarse fuertemente: "Estoy comprometida"
Descansar el abanico en los labios: "Bésame"
Abrir totalmente el abanico: "Espérame"
Situar el abanico detrás de la cabeza: "No me olvides"
Tocar la oreja izquierda con el abanico: "No quiero estar contigo"
Dar vuelta al abanico con la mano izquierda: "Nos están viendo"
Mantener el abanico abierto en la mano derecha sin moverlo: "Eres demasiado ferviente"
Mantener el abanico abierto en la mano izquierda sin moverlo: "Vamos y me cuentas"
Entregar el abanico cerrado: "¿Me quieres?"
Mover el abanico cerrado suavemente alrededor de una mejilla: "Te Quiero"
martes, 22 de junio de 2010
Historia del Abanico. Grecia y Roma.
Vasija Griega representando a Eros obsequiando un abanico y un espejo a una mujer.
Los Griegos solían diseñar los abanicos extendiendo lino encima de marcos de madera con forma de hojas y plumas para darle su forma.
En la época del imperio Romano, éstos solían comprar a los griegos abanicos como objetos de gran valor y lujo. Los Griegos influyeron a los Romanos en el uso de éste aditamento y las mujeres de la élite romana comenzaron a utilizar el abanico como señal de aristocracia. Los Romanos llamaron al abanico Flabellum.
Normalmente lo construían de madera con diseños grabados. Las mujeres solían tenerlo de forma circular con motivos de la diosa Afrodita. Grandes escritores de la época como Ovidio, Plauto, Marcial y Tíbulo incluyeron en sus obras referencias a este objeto tan preciado.
martes, 8 de junio de 2010
Historia del Abanico. Egipto.
Dibujo de la Maza Ceremonial de Narmer.
Con el paso del tiempo los abanicos fueron adquiriendo un uso simbólico y representativo de estatus y poder y su uso se fue restringiendo: únicamente las clases altas podían usarlos. En dinastías posteriores a Narmer tenemos constancia de la existencia de un título oficial conocido como “El Portador del Abanico Real” (aunque el título lo ostentaba un oficial que no necesariamente cargaba el Abanico Real, sino que era el encargado de los esclavos que sí los llevaban). La sombra (šwt) que el Abanico Real proyectaba en el suelo era territorio prohibido a todos los súbditos del Faraón. Los esclavos que lo abanicaban eran intocables y eran tratados con respeto dada su cercanía con él.
Los abanicos en aquella cultura eran grandes y tenían formas que asemejaban la flor de loto azul o la hoja de palmera. Existían otras formas (plantas, aves) que llevaban clases más bajas que la Real. Se inscribían con detalles que representaban formas divinas que acompañaban al aristócrata.
En numerosos jeroglíficos se muestra a los Faraones siendo seguidos por portadores de abanicos que no eran esclavos, sino personificaciones de "ankhs" (emblemas), tales como la vida o el aire, lo que representaba que el Faraón era seguido por fuerzas sobrenaturales que lo protegían.