Los Mossos d'Esquadra han detenido a los responsables de un taller mecánico de Ripollet (Barcelona) por retener y obligar a dos hombres a trabajar en "condiciones inhumanas y deplorables". Debían trabajar en contra de su voluntad, con continuas amenazas y palizas y sin poder salir al exterior, ha informado este miércoles la policía catalana.

La policía imputa a los dos detenidos los presuntos delitos de coacciones, amenazas, lesiones, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y contra los derechos de los trabajadores; tanto los arrestados como las víctimas son de nacionalidad rumana.

La investigación se inició a raíz de la denuncia de una mujer en Rumanía que manifestaba que su marido y un conocido se encontraban trabajando contra su voluntad en un taller de Ripollet.

Los Mossos se dirigieron al taller y contactaron con los responsables del local, que manifestaron que los hombres estaban trabajando para ellos como mecánicos, y les fue entregada su documentación a través de uno de los responsables.

Ante la imposibilidad de poder hablar con las víctimas porque no dominaban el castellano, los agentes requirieron la presencia de un intérprete para aclarar los hechos en una declaración en sede policial.

Según el testimonio de los trabajadores, éstos llegaron a España atraídos por una oferta engañosa de trabajo y que, una vez en el taller, no les hicieron contrato ni cotizaban en la Seguridad Social, tenían jornadas de trabajo superiores a 12 horas de lunes a domingo y eran obligados a vivir en el mismo taller sin poder salir.

Era el mismo propietario el que les facilitaba los alimentos y las condiciones de vida e higiene eran "deplorables", con suciedad por todos los sitios y el cableado eléctrico colgando por las paredes sin ningún tipo de seguridad.

Con esta información, los agentes realizaron un registro del taller con orden judicial, que permitieron constatar las condiciones de vida de los trabajadores; en el registro participaron efectivos de la Inspección de Trabajo, que detectaron la falta de afiliaciones a la Seguridad Social y numerosas irregularidades.

En el registro, los agentes localizaron un arma de fuego, y posteriormente los Mossos detuvieron al titular del taller y a su mujer, de 42 y 43 años, que ingresaron en prisión tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 4 de Cerdanyola.

Fruto de la investigación policial, los Mossos tuvieron conocimiento de que el detenido había llegado a poner en situaciones humillantes haciéndolo poner de rodillas con los brazos abiertos y golpeándolo con un palo por haber utilizado más pintura de la necesaria y acabar tarde un trabajo, que le costó la rotura de algunas costillas.

Cuando los trabajadores manifestaban que querían irse, eran amenazados de muerte diciéndoles que si salían a la calle los matarían a ellos y a sus familias en Rumanía, según las mismas fuentes.

El detenido no pagaba ningún tipo de impuesto por llevar a cabo su actividad y tenía trabajando en régimen de esclavitud a las dos víctimas, manteniéndolos en un "estado de terror", según la policía, para que no saliesen del local.