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miércoles, 1 de junio de 2022

Instantáneas de la Cuenca de Burgos (I)

If you find yourself alone, riding in green fields with the sun on your face, do not be troubled. For you are in Elysium, and you're already dead!
—Maximus Decimus Meridius

Mapa de trabajo de la zona de la laguna Anda la Piedra

Buscando algunos documentos encontré unos viejos mapas. Allá por 2004 trabajé en el Estudio Sísmico Tridimensional Áreas Potenciales II San Fernando - Mezcalero - Santa Teresa - Venadito, perteneciente al Proyecto de Incorporación de Reservas Petroleras de la Cuenca de Burgos, asignado por Pemex Exploración y Producción a BGP International, una transnacional china especializada en esos menesteres. Me incorporé al campamento base de San Fernando, Tamaulipas el cuál contaba con más de 3 mil personas— como auxiliar de topografía y pronto me ascendieron a 'Topo', asignándome una brigada. Compuesta por alrededor de 10 personas, nuestro trabajo consistía en ubicar en campo los puntos que conformaban la cuadrícula sobre la que se colocarían los geófonos receptores de las señales de los vibros (vibro seismic trucks), unos monstruos de 16 toneladas con un vibrador en la 'panza' de 2 metros de diámetro que literalmente hacían temblar la tierra. Otras brigadas venían detrás colocando los mentados geófonos y otras marcando perpendicularmente la ruta de los camiones. La ubicación se hacía con el auxilio de equipo de geomática: un radio-receptor en la espalda, una baliza con plato satelital en la mano izquierda, y un localizador con pantalla en la mano derecha, todo esto con un peso de alrededor de 20 kilos que cargaba el 'topo', quien iba por delante buscando y ubicando los puntos. Detrás venían el resto cargando las estacas, los machetes, la comida, el agua purificada, el botiquín, el walkie talkie, etc. 

Esa zona de Tamaulipas es muy, muy plana, sin mayores accidentes topográficos ni relieves. Enormes llanuras ocupadas por ranchos de cientos o miles de hectáreas cultivadas con sorgo conviven con vastas zonas de matorral de semidesierto casi vírgenes. Y al este, en la transición de tierra firme con el Golfo de México, la Laguna Madre, un enorme sistema de marismas de poca profundidad que tuvimos que recorrer por casi una semana colocando nuestras señales, con el agua a mitad de pantorrilla, caminado entre el líquido transparente mientras los peces nadaban en círculos alrededor de nuestras piernas y los cangrejos y langostas huían dejando tras de sí una estela de agua turbia. Con todos muy atentos a las víboras de cascabel, que maldita sea, sabían nadar y lo hacían muy bien. Con dos de mis muchachos, indios tének de la huasteca potosina, turnándose para cargar el garrafón de agua con electrolitos porque la temperatura en ese verano de 2004 alcanzaba en la zona la segunda cota más alta del país, sólo por debajo del desierto de Altar, en Sonora y los golpes de calor y las deshidrataciones estaban a la orden del día. Caminábamos kilómetros en el agua. Comíamos de pie porque no había manera de sentarnos, salir de la laguna no era práctico, y preferíamos terminar lo más pronto posible nuestra tarea del día. Nunca como entonces tuvo tanto significado esa frase de "comer tortillas frías y tomar agua caliente".  

Recuerdo al "Chiapitas", un indio chamula del cual he olvidado el nombre y también lo poco que entonces me enseñó de tzotzil. Pero su rostro aún puedo verlo perfectamente. Cuando le pedía que me enseñara alguna frase o palabra, se me quedaba viendo con sus ojos rasgados muy fijos y luego decía, mientras se doblaba de la risa, "el 'topo' está loco" y todos se contagiaban con sus carcajadas. Había un chico de ahí, del ejido Francisco Villa, que siempre llevaba su cámara fotográfica (mucho antes de los smartphones) y que me recordaba a Chelelo, siempre bromeando, contando anécdotas del lugar y tomando fotos. Por ahí tal vez ande alguna imagen mía con toda la parafernalia propia de los 'topos'. Él nos preparaba —al terminar la jornada, cuando por fin salíamos de la laguna— las jaibas que atrapaba, con salsa y condimentos que llevaba de su casa o que recolectaba en el campo, como el chile piquín silvestre que crece en enredaderas que rodean los órganos. Aunque teníamos asignada una unidad todoterreno, y aunque el chofer hacía hasta lo imposible por seguirnos, era inevitable perderlo de vista. A veces lo veíamos a la distancia, en la orilla, luego desaparecía, internándose entre las veredas, buscando seguirnos el paso y estar lo más cerca posible conforme avanzábamos por la laguna. Estaba también "El señor Don Nico" bautizado así, sin pizca de sarcasmo, por el Chiapitas un joven apenas mayor que yo que me recordaba a El Pantera y que conocía la zona como la palma de su mano. Me enumeraba los caminos, atajos y veredas que eran excelentes para el contrabando de fayuca que él y su familia ayudaban a introducir al país. Era él quien elegía a los miembros de la brigada al inicio de cada enganche y todos escuchábamos lo que tenía que decir cuando la situación se ponía difícil. Y "el viejo", que por su edad era descartado en otras brigadas y que siempre luchaba por hacerse útil, que me decía "si nos muerde una 'nabaca', de aquí no salimos vivos, topo" y es que, a pesar de llevar antídoto viperino, el campamento estaba a una hora en camioneta a través de la terracería y de ahí, otra media hora al hospital, ya por carretera. En fin, todo esto y más recordé. Como decía mi abuelo, "recordar es volver a vivir". Saludos a todos los miembros de mi brigada, donde quiera que se encuentren. Tal vez algún día nos volvamos a encontrar en praderas más verdes.

lunes, 2 de septiembre de 2019

¿Aumentó la luz? Precios nominales versus precios reales


En uno de los spots rumbo al primer informe de gobierno, el presidente de la república afirma que no han aumentado los precios de los combustibles y la energía, cumpliendo así uno de sus compromisos de campaña. De hecho, esta promesa fue motivo de controversia desde que fue lanzada. En abril de 2018, el entonces candidato López Obrador ofreció: "se van a congelar [...] los precios de la gasolina, la luz, el gas. Ese es el compromiso". Poco después, Gerardo Esquivel, entonces asesor económico del candidato, hizo algunas precisiones: "la propuesta [...] de congelar, los precios en términos reales, sí es viable". Más adelante, durante la transición, Carlos Urzúa confirmó: "en términos reales no se va a incrementar [el precio], pero en términos nominales sí, por la inflación". Y la clave está en esas dos palabras: 'términos reales'. En economía, y en este contexto, la expresión básicamente indica que los aumentos serán menores o iguales a la inflación, para restituir a los precios su valor adquisitivo.

Inflación y poder adquisitivo

Cuando hacemos un préstamo a un amigo, y éste nos paga al poco tiempo, seguramente no pensamos que hemos perdido dinero; pero si nos dice que nos paga en tres años, inmediatamente pensaremos que cuando eso suceda, nuestro dinero va a valer menos, o mejor dicho, con esa cantidad podremos comprar menos cosas, nuestro dinero habrá perdido poder adquisitivo. Quizá una forma de salvar la situación sea decir, "Bien, te presto lo que cuesta una Big Mac, y dentro de tres años me pagas lo que cueste una Big Mac". Lo esperado será que la hamburguesa aumente gradualmente de precio, esto es, la inflación, incrementando el monto que nuestro amigo debe pagar por adquirirla, pero en términos reales, nosotros no estaremos obteniendo ninguna ganancia con ese préstamo, ya que al recibir el pago, sólo nos alcanzará para comprar la misma hamburguesa. Es decir, mantenemos el poder adquisitivo de nuestro dinero. Pues bien, a eso se refería la promesa de campaña de no incrementar los precios de combustibles y energéticos en términos reales, es decir, se cobrará por ellos el precio de una canasta de bienes externa, sin cobrar más allá de lo que cueste comprarla.

El caso de la luz

Figura 1. El recibo de luz especifica el precio del kWh doméstico básico

Verificar si ha subido el precio de la luz es muy sencillo. Sólo hay que comparar los aumentos (en caso de que hubiere) en el precio del Kilowatt Hora (kWh), y si estos son menores o iguales a la tasa inflacionaria, entonces podemos decir que efectivamente no ha habido aumento del precio en términos reales. Si por el contrario, el aumento en el precio del kWh es mayor al de la inflación, podremos afirmar que tanto en términos nominales como reales, la luz ya subió. Las tasas inflacionarias son registradas por el INEGI de manera mensual, así que sólo debemos agruparlas por bimestre, que es como realiza el cobro CFE. El costo del kWh aparece desglosado en nuestro recibo de luz. En este caso, utilizaremos el costo del kWh básico, servicio doméstico, en la zona centro del país, que es el precio que pagan los hogares por las primeras 150 unidades consumidas en el bimestre.

Precios nominales

Figura 2. Precio nominal del kWh e inflación general

La gráfica anterior muestra el precio nominal del kWh desde diciembre de 2009. Podemos apreciar que durante los dos primeros años del sexenio de Enrique Peña Nieto, el precio del kWh escaló una senda marcada desde la administración de Felipe Calderón, siguiendo prácticamente la trayectoria de la inflación general. En 2015, hubo un cambio en su evolución, que básicamente consistió en bajar un poco el cobro y luego mantenerlo constante el resto del sexenio. Al comienzo de 2019, ya en la administración de López Obrador, vemos que nuevamente el precio nominal comienza una escalada con aumentos bimestrales.

Precios reales

Figura 3. Precios nominal y real a través del tiempo del kWh doméstico básico
La figura 3 nos muestra el precio nominal así como el precio real considerando la inflación general. Observamos que el precio real (resultado de dividir el precio nominal entre el índice inflacionario) entre diciembre de 2009 y diciembre de 2014 se mantiene alrededor de $0.680/kWh (a precios constantes de diciembre de 2009). Es decir, en este lapso, aunque el precio nominal aumentaba, el precio real se mantenía casi constante, porque como vimos en la figura 2, el aumento en los precios nominales durante este periodo prácticamente seguía la senda de la inflación general. En otras palabras, se buscaba cobrar una cantidad que mantuviera el poder adquisitivo del kWh. De enero de 2015 a diciembre de 2018, observamos que el precio real se mantiene en descenso continuo. Esto se debe a que en este periodo el precio nominal se mantuvo constante mientras la inflación mantuvo su evolución alcista. Durante cuatro años todos los bienes y servicios fueron subiendo de precio mientras CFE seguía cobrando lo mismo, es decir, el precio del kWh se abarató respecto a lo que costaba todo lo demás en el mercado. Finalmente, a partir de enero de 2019, ya en la administración del presidente López Obrador, vemos que el precio real del kWh inicia un camino ascendente, esto es, crece aún más que la inflación. Su precio aumenta en mayor proporción que la de los demás bienes y servicios en el mercado. Si bien el aumento puede parecer trivial, la verdad es que el precio real ha crecido un 2%, lo cual es un 50% mayor a la tasa anual de inflación para este año, que ronda el 4%. Por lo tanto, podemos decir que contrario a lo que afirma el presidente López Obrador, al menos la luz sí ha aumentado de precio, tanto en términos nominales como reales. 

Consideraciones y preguntas

¿Qué llevó a la administración de Peña Nieto a disminuir primero y a congelar después el precio nominal de la luz?, ¿fue acaso el descenso en la aprobación de los ciudadanos durante todo 2014?. Como sea, dado el tamaño del subsidio eléctricomantener congelado el precio del kWh parece irresponsable, por decir lo menos. Y ya ni mencionar el aumento en deuda del sexenio peñista. Dicho lo anterior, ¿debería el precio del kWh ubicarse en al menos el nivel que tendría de haber seguido la trayectoria inflacionaria como venía ocurriendo desde tiempos de Fox? 

Figura 4. Precio mínimo que debería tener el kWh
La figura 4 muestra que el precio del kWh debería ser de por lo menos $0.980 en lugar de los $0.560 actuales, para que en términos reales costara lo mismo que en 2009. Dicho de otra manera, hoy día, el precio real que pagamos por la luz es mucho menor que en tiempos de Calderón, no porque López Obrador así lo decidiera, sino porque ahí nos llevó la irresponsabilidad de Peña Nieto. Ubicar de golpe el precio en $0.980 implicaría un aumento de 40%. Definitivamente una medida impopular, pero que liberaría recursos que van al subsidio eléctrico y pudieran destinarse, por ejemplo, a la construcción de infraestructura.

¿La intención de que la luz vaya aumentando más que la inflación obedece a buscar una convergencia con el precio que por lo menos debería tener de no haberse congelado? Si fuera el caso, el aumento no es suficiente para lograrlo pronto. ¿La instrucción es entonces mantener constante el precio real del fluido eléctrico? Si es así, no se está cumpliendo con limitar los aumentos al crecimiento inflacionario. Quizá lo mejor sería emitir criterios claros que definan los aumentos y saber a que atenernos. Por lo pronto, y en todo caso, el aumento sí demuestra, y volvemos a la promesa de campaña, que no se ha cumplido con congelar el precio de la luz.

Fuentes
  1. Recibo doméstico. Comisión Federal de Electricidad. 
  2. Sistema de información económica. Índice Nacional de Precios al Consumidor.
  3. Índice de Precios al Consumidor y sus componentes. INEGI.

lunes, 22 de julio de 2019

Seguridad pública (II): Tasas contra Números Absolutos

¿Cuál país es más violento, el que registra 100 homicidios por año, o el que registra 30 mil?. La pregunta es capciosa, primero debemos saber de que tamaño es la población de cada país para poder comparar. Ejemplo: en 2017, Bahamas reportó 123 asesinatos [1]. Ese mismo año, en México hubo 28,868 homicidios intencionales [2]. A cualquiera que piense que por estas cifras México es un lugar más violento, empecemos por decirle que la población del archipiélago caribeño en 2017 fue de 395 mil habitantes, mientras que la de nuestro país alcanzó los 123.5 millones. Un simple cálculo nos indica que en Jamaica hubo 31 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que en México ocurrieron 23 por cada 100 mil personas, es decir, Jamaica presenta un mayor índice de homicidios. Así que el tamaño sí importa. No basta con conocer sólo el número de muertes intencionales, sino que además, hay que saber cuánto representan éstas respecto al total poblacional de ese país.

Comparativa de la tasa de homicidios en varios países
La gráfica anterior muestra la evolución de la tasa de homicidios en México y en otros cinco países a partir del año 2000. Venezuela es por el momento el país más violento de América Latina, al rondar los 90 homicidios por cada cien mil habitantes, superando a Honduras y El Salvador, que hace apenas un lustro se disputaban ese dudoso honor y que en los últimos años han logrado reducir su incidencia delictiva. México ha visto un repunte de la violencia desde el sexenio de Felipe Calderón y sigue al alza, casi a punto de alcanzar los 30 homicidios por cada cien mil personas. Rusia, después de alcanzar precisamente los 30 homicidios dolosos por cada cien mil residentes, ha mantenido una tendencia a la baja hasta casi estabilizarse en 10, sin embargo, cada vez son más fuertes y frecuentes las voces que señalan un esfuerzo desde el gobierno por maquillar las cifras con miras a mejorar su imagen internacional (me resulta llamativa la similitud que una vez más tenemos con Rusia). Estados Unidos ha mantenido su tasa de homicidios alrededor de las 5 unidades desde hace décadas. Y por último, Bahamas, el país de nuestro ejemplo inicial y con el cual también colindan los EEUU, con tasas de criminalidad mayores a las de México y donde una cantidad mayor de norteamericanos mueren a manos de la delincuencia (en términos absolutos y relativos)  y que pese a ello, no ha sido tocado ni por el pétalo de una frase de Trump, a pesar de estar ubicado justo frente a su residencia de Mar-a-Lago en Florida. En el comparativo vemos que si bien nuestra situación es mala, otros la pasan peor (no es un consuelo, por cierto).

Al revisar los niveles de violencia en un país a través del tiempo debemos hacer un ejercicio similar y comparar las tasas y no los números absolutos de homicidios. Ejemplo: En México hubo 12,436 homicidios en 1950, mientras que, recordemos, tuvimos 28,868 en 2017. Nuevamente, al que piense que cada vez estamos peor y que esto es señal del fin del mundo, baste con decir que en 1950, México tenía 25.8 millones de habitantes [3], contra los 123.5 millones de 2017. Calculamos entonces que en 1950 se cometieron 48 homicidios por cada cien mil personas, contra los 23 de 2017. Así que aquellos años en que gobernaba Miguel Alemán Valdés era mucho más fácil encontrar una muerte violenta de lo que es ahora. Por tanto, cuando comparamos el número de muertes en el sexenio de Calderón, con el de Peña Nieto, con el de López Obrador, estamos en realidad cometiendo un error de apreciación. Lo correcto es confrontar las tasas de homicidios —esto es, y repito, el número de muertes intencionales por cada cien mil habitantes—, que hubo en cada uno de los sexenios.

Evolución de la tasa de hoimicidios en México desde 1940
La gráfica superior nos muestra cómo fue calmándose la rabia revolucionaria que en 1940 cobraba aún 70 muertes por cada cien mil habitantes, hasta prácticamente estacionarse en 20 homicidios durante las décadas de los 70's y 80's del siglo pasado. Durante el gobierno de Ernesto Zedillo comenzó una nueva tendencia a la baja que duró hasta que Felipe Calderón iniciara la guerra contra las drogas. Así las cosas, podemos decir que pacíficos, pacíficos, nunca hemos sido, pero también nos muestra que las políticas públicas equivocadas pueden tener costos en vidas y que esta alza súbita y sostenida desde 2007 es un claro ejemplo de ello. La tasa estimada de homicidios para 2019 (una interpolación lineal con datos hasta junio), si bien aún es mayor a la de 2018, ya no muestra una pendiente ascendente tan marcada. Ojalá alcancemos pronto el máximo a partir del cual comience el descenso de tan sangrienta cúspide.

Conclusión

El hartazgo y el reclamo de la ciudadanía ante los niveles de violencia es prueba de que los parámetros han cambiado. El tema de seguridad no fue tan importante para Ruíz Cortines o López Mateos, como lo es para el actual gobierno, aún cuando aquellos presentaban un mayor porcentaje de homicidios entre su población. El ciudadano actual ya ha vivido en la época más pacífica de que se tengan registros: el primer sexenio panista (incluidos aquellos que recién se integran al padrón electoral y que vivieron su primera infancia en la administración foxista), además, el conocimiento que de otras latitudes nos permite la internet, nos corrobora que se puede vivir en paz. Así que está bien exigir políticas públicas eficientes, está bien reclamar resultados, pero también debemos entender que aún cuando se implemente la mejor estrategia, ésta tardará en madurar y mostrar sus frutos. Hagamos votos porque el gobierno federal instrumente buenas políticas públicas contra la violencia y que éstas alcancen pronto sus metas.

Fuentes:
  1. The World Bank
  2. Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 
  3. INEGI

martes, 23 de abril de 2019

Seguridad Pública (I). Imprecisiones, Urgencias y Paradojas

01. Asesinatos desde 1997
Hace unos cuantos días, varios medios impresos y electrónicos, difundieron que el primer trimestre (el que comprende de enero a marzo) de este 2019 fue el más violento del que se tengan registros (algunos más sensacionalistas afirmaron que de la historia). La noticia se dio a un par de días de que el reconocido periodista Jorge Ramos cuestionara en vivo al mandatario sobre la precisión de las cifras que éste presentaba en materia de seguridad y delitos. Por supuesto, la nota se esgrimió de inmediato en contra del gobierno federal, que lleva ya cuatro meses operando. Sin embargo, al revisar los datos duros, encontramos que hay que hacer, por lo menos, algunas precisiones.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública es el encargado de poner a disposición del público, mes con mes, los datos relativos al número de delitos que han sido registrados en el país (bien sea por denuncia o porque se persiguen de oficio). La inseguridad que vivimos es reflejada en números que indican robos, lesiones, secuestros y un largo etcétera de delitos, siendo los homicidios dolosos los que usualmente sirven como referencia al hablar de violencia y criminalidad. Al graficar las cifras de este delito a lo largo del tiempo, vemos el comportamiento que ha tenido desde que se instauró el registro nacional en 1997.

En la figura 1 observamos claramente que de 1997 y hasta 2007 (desde el punto A y hasta el punto B en la gráfica), los homicidios disminuyeron, es decir, desde mediados del gobierno de Ernesto Zedillo, y hasta el inicio de la administración de Felipe Calderón, la tendencia fue a la baja, lo que resultó en que el periodo de Vicente Fox haya sido el más tranquilo del que tengamos registro. Esta tendencia se revirtió cuando en diciembre de 2006 Calderón declarara la 'guerra' al narco y a partir de ahí, y hasta mayo de 2011, —casi el final de su sexenio—, el país vio un incremento muy pronunciado de la violencia criminal. Es en mayo de 2011 cuando se alcanza un pico en el número de ejecuciones, ese mes se reportaron más de 2100 asesinatos en el país (punto C). A un año de las elecciones presidenciales de 2012, la violencia comenzó a disminuir y mantuvo esta tendencia a la baja, incluso tras el cambio de gobierno. En julio de 2014, ya entrado el sexenio de Enrique Peña Nieto, el número de homicidios llegaba a un mínimo de 1200 (punto D), un nivel comparable al que existía cuando Vicente Fox asumió el poder 14 años antes. Parecía que se llegaba nuevamente a una etapa de baja violencia, sin embargo, a partir de ahí, revivió la pesadilla, pues se recrudeció la tasa de homicidios a un ritmo aún mayor que en la administración de Calderón, no volvería a bajar en todo el sexenio de Peña Nieto y alcanzaría cotas mucho más altas, aún sin superar.

Las Imprecisiones

Y llegamos al meollo del asunto. El máximo de asesinatos, desde que se tienen registros, se presenta en la recta final de Peña Nieto, en julio de 2018 (punto E), cuando se reportaron más de 3058 homicidios dolosos, y sigue sin ser rebasado. A partir de ahí, ha estado disminuyendo ligeramente. Nunca lo suficiente. Las notas periodísticas que se han presentado en estos días hablan del agregado trimestral (La presentación de datos trimestrales es una construcción meramente artificiosa, ya que los datos oficiales se presentan de forma mensual, lo cual permite mayor claridad. Desde el punto de vista de los delitos, la presentación trimestral no aporta en realidad nada), pues bien, si graficamos por trimestres observamos el mismo comportamiento. En la gráfica 2, el punto más violento es el correspondiente al tercer trimestre (julio a septiembre) de 2018, con 9222 homicidios dolosos. En contrapartida, este primer trimestre de 2019 reporta 500 víctimas menos (punto F).

02. Homicidios por trimestre desde 1997
La afirmación que hicieron todos esos medios, impresos y electrónicos, es por tanto falsa. Más aún, la cifra que reportaron para este primer trimestre de 2019 es errónea, pues casi todos refieren 8,737, cuando los datos oficiales marcan 8,718. El error que todos compartieron se debe a que proceden de la misma fuente, ésta realizó erróneamente las sumas que presenta la dependencia oficial y que vienen separadas por estados. Luego se equivocó al comparar contra el registro histórico, ya que simplemente pasó por alto el dato de 6 meses atrás. Esto nos habla también de un problema grave en la labor periodística. Los medios no destinan poder humano a buscar, analizar y digerir los sucesos, sino que se conforman con sindicarse y compartir la información, ahorrándose así algunos pesos por concepto de salarios, pero dejando atrás la sana competencia por la nota. Queda ahí para la reflexión.

A dos días de aparecida la nota respecto a la violencia, el presidente fijó un plazo de seis meses para mejorar las condiciones de seguridad. Lo cual, dados los niveles tan altos de violencia, suena bastante precipitado. Y es que los resultados de una nueva política pública no son inmediatos, la maduración y los resultados aparecen tras periodos que pueden ser más prolongados de lo que quisieran los gobernantes. Basta voltear a ver el caso del inicio de la guerra contra el narco. El arranque de esta guerra que emprendió Felipe Calderón lo marca la 'Operación Conjunta Michoacán', lanzada el 11 de diciembre de 2006, y que de ahí se reprodujo rápidamente en otros estados. Pues bien, el incremento en la violencia como reacción a esta política comenzó a notarse hasta inicios de 2008, ¡un año después! como puede verse en las gráficas, cuando el número de homicidios rebasa el millar. Es de esperarse que el efecto contrario, de apaciguar al país, tenga un periodo de maduración, que permita ver resultados, aún mayor. Ojalá que el plan del gobierno federal brinde buenos resultados, para beneficios de todos. El presidente López Obrador cuenta con una ventaja que no tuvieron otros, y es la legitimidad que le otorgaron las urnas al sumar más votos que todos sus contrincantes juntos. No tiene, pues, necesidad de lanzarse precipitadamente en acciones producto de planes al vuelo para conseguir esa legitimidad que tal vez precipitó a Calderón, —luego de unas elecciones reñidísimas—, y al país de paso, al precipicio.

La Paradoja

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado varias veces que la inseguridad es una herencia de los gobiernos anteriores pero que en este sexenio se solucionará el problema. Supongamos que en un año pudiera disminuir el número de homicidios a los mejores niveles del tiempo de Vicente Fox, esto es, a 1,000 homicidios al mes, y lo mantuviera ahí hasta el final de su sexenio. Tendríamos entonces algo parecido a la proyección (I) de la gráfica 3 (línea verde). En ese caso, terminaría su periodo con 85 mil muertos, una cifra inferior a la de Felipe Calderón, pero aún así, superior al de la otra bestia negra del presidente: el mismo Vicente Fox, que terminó con un acumulado de 75 mil muertes. Una proyección más conservadora, en la que lograra ir disminuyendo el número de muertes violentas en la misma medida en que se incrementaron con Peña Nieto (proyección II, línea naranja), hasta llegar en cuatro años a un nivel de 1200 muertes por mes y a partir de ahí lograra mantenerla hasta terminar el sexenio, produciría 120,000 muertos acumulados en el periodo, cifra superior a la de Felipe Calderón, dejando así sólo a EPN con peores números. Un tercer escenario que desde luego nadie desea es el de la proyección (III), que sólo prolonga la tendencia que vino arrastrando Peña Nieto al final de su sexenio. Esta nos llevaría a terminar con 290 mil muertes violentas en 6 años. 

03. Se hacen apuestas
Una cuarta proyección, que no se muestra en la gráfica, y que yo considero la más realista dentro del optimismo, es aquella que redujera la violencia desde los niveles actuales al ritmo que observamos entre 2011 y 2014 (entre los puntos C y D) y que es la única disminución sostenida que se ha logrado desde que se inició la guerra contra la delincuencia organizada. En este caso, llevaría el nivel actual de muertes de 2800 a 1000 para diciembre de 2024. En este escenario, lograría pacificar de manera paulatina al país, ubicarlo en el mismo nivel en que lo dejó Vicente Fox, y sin duda, recibiría el reconocimiento de propios y extraños. Pues bien, aún en ese caso, habría acumulado en su sexenio 135,000 muertes, las mismas que Peña Nieto. Compartirían ambos, para la historia, el haber gobernado en los sexenios más violentos. 

Pues he ahí la paradoja, aún cuando el presidente cimentó gran parte de su retórica en denunciar la inseguridad y condenar el elevado número de muertos durante el sexenio de Calderón y de Peña Nieto, es muy probable que su sexenio rebase el número de asesinatos del primero, y quede quizá muy cercano al del segundo. La situación y las conclusiones no serán las mismas, por supuesto. Las palmas y el reconocimiento serán para el que deshaga el nudo gordiano de la inseguridad. El análisis que se haga en el futuro, libre de apasionamientos y con la perspectiva que da la lejanía, habrá de señalar las causas que nos llevaron a este infierno y por supuesto, también a sus autores.

Trivia

Este 2019 se estarán cumpliendo 500 años de muchos sucesos históricos relacionados con la conquista de México-Tenochtitlán. La llegada de Hernán Cortés a San Juan de Ulúa en Veracruz fue conmemorada ayer, 22 de abril. Entre esos sucesos de hace cinco siglos tenemos, por ejemplo, la masacre de Cholula, el 19 de octubre de 1519, en la cuál se estima que los españoles asesinaron, en una sola tarde, a 6,000 guerreros en pleno mitote (mujeres y niños no se contaban en aquellos tiempos). Así que quienes dicen que 8,737 muertes violentas en tres meses (número erróneo como ya hemos dicho) es el nivel más alto de nuestra historia, lo único que demuestran es que no saben, precisamente, de historia.


jueves, 21 de junio de 2018

Mundial 2018: Rusia vs. México

Pareciera que mundial de futbol sin mexicano que de la nota, no es mundial. Cómo no recordar aquel verano de 1998 en que, con unos tragos de más, Rodrigo Rafael Ortega decidió aliviar su vejiga justo en el Arco del Triunfo y apagar la Llama al Soldado Desconocido, demostrando, por otro lado, que eso del Fuego Eterno sólo era propaganda franchute; o aquél otro que, en 2002, también en estado etílico, detuvo por primera vez en su historia al fabuloso Shinkansen, el tren bala japonés, al accionar el freno de emergencia; o qué decir de aquél grupo de connacionales, panistas para más inri, que en 2014 agredieron sexualmente a una mujer y golpearon a su esposo hasta dejarlo inconsciente en Fortaleza, Brasil. Pues bueno, que ahora la nota es de un paisano desaparecido en tierras cosacas, al parecer en compañía de una belleza rusa. El suceso en sí no es tan extraordinario (dados los parámetros que hemos impuesto en estas justas deportivas internacionales), sin embargo, llamó mi atención el optimismo en la cobertura televisiva (ánimo que no se deja sentir en las notas periodísticas), que afirmaba que las autoridades rusas resolverían el caso de manera satisfactoria, como siempre sucede en un país avanzado, después de todo, Rusia es un país nórdico, rico y poderoso, perteneciente al G-8 (bueno, ya no, pero esa es la idea) que cuenta con excelentes instituciones de procuración de justicia y mantenimiento del orden, así que cosas como éstas se resuelven rápido, ¿no? Digo, esa parecía ser la lógica. Sin embargo, como a veces desconfío de la erudición de los presentadores de televisión, y además, como buen aficionado de las películas de acción, tengo muy presente a la mafia rusa (que junto a la mafia siciliana, albanesa y yakuza, son mis anti-favoritas), decidí ver que tanto tenían que decir al respecto los estudiosos del tema y hacer además una comparativa con México.

Escogí a bote pronto cuatro indicadores medidos por distintos organismos para los cuáles existen datos relativamente recientes tanto de Rusia como de México: Corrupción, Impunidad, Paz y Esclavitud (Exacto, ¡esclavitud!). Los resultados sorprenden, y es que la realidad, a veces, supera a la ficción. Si la comparativa entre México y Rusia fuera un torneo de futbol, la final sería de pronóstico reservado, se iría a tiempos extras y se definiría en penales.


CORRUPCIÓN

El primer indicador es el índice de percepción de la corrupción. Este indicador es publicado desde 1995 por Transparencia Internacional, organismo no gubernamental que mide, en una escala de cero (muy corrupto) a cien (excelente conducta), los niveles de percepción de la corrupción en el gobierno de distintos países. En su última edición, publicada en febrero de este año, evalúa a 180 países, siendo el mejor evaluado Nueva Zelanda, con una calificación de 89, y el peor, Somalia, con sólo 9 puntos. Tanto Rusia como México alcanzan un 29 de calificación, ubicándose ambos en el lugar 135, es decir, ¡idénticos!, ¡igual de corruptos! Podemos, por tanto, imaginar a Rusia con un ambiente de corrupción prácticamente igual al que tenemos en México, o para aterrizarnos un poco, que un policía ruso está quizá tan bien dispuesto e incentivado como uno mexicano a buscar a un turista ebrio desaparecido. Así que en este primer partido, ambos países obtienen su primer punto por empate. Marcador 1-1.

Índice de Corrupción


IMPUNIDAD

El segundo indicador corresponde al índice global de impunidad de la UDLAP, que en su última edición, de agosto de 2017, evalúa a 69 naciones, colocando a Rusia como el décimo país con más impunidad entre los evaluados, pero México obtiene el nada honroso lugar número 5. Aunque separados por 5 posiciones, las puntuaciones obtenidas por ambos son muy parecidas, 69.21 de México contra 65.49 de Rusia. En contrapartida, Croacia, el mejor evaluado, obtiene sólo 36.01 puntos en el indicador de impunidad. Pero bueno, aunque de panzazo, en esta comparativa Rusia se impone a México, obteniendo por este segundo partido 3 puntos por su victoria, para un marcador global: 4-1.

Índice de Impunidad

ESCLAVITUD

Tercer partido: índice global de esclavitud. Publicado por The Walk Free Foundation, el índice sólo lleva dos ediciones. Las condiciones que definen la esclavitud varían enormemente alrededor del mundo, ya que no siempre se presentan todas o en algunos casos se justifican dentro de los marcos legales o culturales propios de los países evaluados, pero abarcan desde trabajos forzados, matrimonios obligatorios, explotación sexual, hasta trabajo infantil o restricción de desplazamiento. En su edición 2016, se evalúa a 167 países, correspondiendo el primer lugar al país con mayor porcentaje de población en estado de esclavitud, siendo éste Corea del Norte, donde se estima que un 4.4% del total enfrenta esta condición. Rusia ocupa el lugar 16, al estimarse que un 0.7% de sus habitantes enfrentan condiciones de esclavitud (algo así como un millón de personas). Mientras tanto, México ocupa, siempre de acuerdo al índice, el lugar 36, con 0.3% de su población en condiciones de esclavitud, esto es, casi 400,000 personas. En contrapartida, el último lugar, el 167, corresponde a Dinamarca, el país más libre de esta ignominiosa carga. Así que en cuestiones de esclavitud, México resulta mejor evaluado que su contraparte rusa y obtiene una victoria que le otorga tres puntos adicionales, para un marcador global de 4-4.

Índice de Esclavitud


NIVEL DE PAZ

El último indicador comparativo que revisé fue el índice global de paz, publicado desde 2007 por el Institute for Economics and Peace con ayuda del semanario británico The Economist. En la elaboración del puntaje se toman en cuenta aspectos como el número de homicidios, el acceso a las armas, el número de personas desplazadas, la presencia del terrorismo y los conflictos con otros países, entre otros. Su edición 2018 evalúa a 163 países. En ella, México se ubica en el lugar 140. Rusia, por su parte, se ubica en el 154. El país peor evaluado, esto es, el que ocupa el lugar 163, es Siria, que enfrenta una cruenta guerra civil desde hace años. Podríamos terminar nuestra consideración aquí y determinar que estamos un poco mejor que Rusia en cuanto a Paz y que por tanto, podemos sumar otros tres puntos a nuestro marcador futbolero para un acumulado final de 4-7 favor México; sin embargo, al analizar individualmente algunos de los componentes que determinan este índice, el panorama que se nos presenta no es tan triunfalista.

Índice de Paz


Si en vez de el índice global de paz utilizamos uno de sus componentes, el de criminalidad percibida, tanto Rusia como México demuestran una vez más ser bastante similares, con una evaluación de 4 (siendo 5 la correspondiente a una muy alta criminalidad). Así, ambos países empatarían nuevamente y obtendrían un punto cada uno para un marcador global de 5-5.


Criminalidad Percibida


Por otro lado, si observamos únicamente el componente de homicidios dolosos, México muestra una tasa mayor a la rusa, siendo ésta de 4.63 asesinatos por cada 100 mil habitantes en nuestro país, contra 4.13 de los anfitriones mundialistas. Rusia obtendría por tanto tres puntos y nuestro marcador final sería entonces 7-4 favor Rusia.

Homicidios Dolosos

La clave de la ubicación de Rusia en una peor posición que México, en el lugar 154 del índice global de paz se encuentra en su participación actual en 5 conflictos internacionales: Siria, Crimea, Chechenia, entre otros, mientras que México genera toda su violencia de manera interna. Por tanto, es difícil comparar la situación de violencia que enfrentan ambos países. Así que aquí mi sistema de puntos muestra no ser muy rubusto y el triunfo depende de que componente se utilice. Seguramente en este punto los fanáticos ya estarían destrozando el estadio.


CONCLUSIÓN

Como conclusión diría que ese "sin duda, las autoridades rusas resolverán pronto la situación" que tan optimistamente soltó nuestro comentarista de noticieros, yo lo matizaría bastante. Al comparar ambos países, Rusia y México, en cuanto a niveles de corrupción e impunidad, vemos la gran similitud entre ambos. Tan corrupto el pinto, como el colorado. Tan impune el uno, como el otro. Si bien hablar de esclavitud puede resultar desconcertante, los casos recientes de explotación sexual de inmigrantes venezolanas en nuestro país, no son más que eso, esclavitud sobre jóvenes obligadas a cometer actos contra su voluntad, impedidas de tener una libre movilidad y a las que se les ha impuesto un valor económico como a cualquier mercancía. La trata de personas con fines sexuales también es todo un caso en Rusia. Y a final de cuentas, hablar de esclavitud no es más que medir una consecuencia de esa corrupción e impunidad presentes. Funcionarios corruptos que se benefician de la esclavitud e impunidad para aquellos que la imponen sin enfrentar castigo. Y finalmente, si la situación de violencia que vivimos aquí parece ser menor que en Rusia, se debe a que las causas son distintas. Allá obedecen a la violencia generada sobre todo en las zonas de conflicto, mientras que aquí, el conflicto interno producto del deterioro social es casi uniforme a lo largo del país. Allá, la violencia entre grupos criminales parece restringirse más a los miembros de las distintas organizaciones delictivas, mientras que aquí impacta también a la población civil; sin embargo, allá, el terrorismo está también presente día a día. Pero bueno, violencia, al fin y al cabo, ambos países la viven de manera cotidiana. Concluyo: las habilidades desarrolladas al caminar por la colonia Doctores de la Ciudad de México, también pueden ser bastante útiles al caminar por Moscú.


UPDATE

Nuestro compatriota apareció ileso al cuarto día. Su integridad física está ahora en manos de su esposa que lo espera en México. Viendo 'La Hora de Opinar', Leo Zuckermann me hizo voltear al PIB per cápita.


PIB PER CÁPITA

El Producto Interno Bruto per cápita es básicamente la riqueza generada en un año, en un país determinado, dividida entre su número de habitantes (una medida teórica, ya quisiéramos que la riqueza generada se repartiera más equitativamente). El Banco Mundial reporta en 2016, un PIB per cápita para México de 8,201 dólares, y de 8,748 para Rusia. En serio que sí parecemos calca. Compárense estos niveles con el de Suiza, por ejemplo, que alcanza los $80,836 USD. 

PIB per cápita

jueves, 17 de agosto de 2017

50 años de Los Caifanes

Los cuatro caifanes, la paloma y el catrín

Decir Caifanes es evocar a la ya legendaria agrupación que encabezara, a finales de los ochenta, Saúl Hernández. Y, sin embargo, el nombre tiene una historia más profunda y harto interesante. 'Los Caifanes' fue una película que alcanzó la categoría de cine de culto desde su estreno, hace 50 años, el 17 de agosto de 1967, en el extinto teatro Roble, ubicado ahí donde hoy se encuentra el Senado de la República. "Caifán es el que todas las puede" dice uno de los protagonistas al inicio de la cinta. Y Saúl Hernández lo recordaría así al bautizar a su naciente banda de rock. Y es que la película, desde su filmación en 1966, fue símbolo de rebeldía contra el status quo, y preámbulo del discurso contestatario que vendría en el 68. Tuvo que ser filmada a escondidas y a salto de mata por no contar con permisos para grabar ni del entonces monopólico Sindicato de Trabajadores de Producción Cinematográfica, ni del Departamento del Distrito Federal para el uso de locaciones en vía pública.

"Dejadlo que brinde por mi madre". Carlos Monsiváis

Con una trama que se desarrolla durante una noche de juerga que mezcla, por azares del destino, a una pareja de la clase alta capitalina con un cuarteto de mecánicos provenientes de Querétaro, el film recorre los bajos fondos de la Ciudad de México donde se dan cita prostitutas, cabareteras, músicos, mendigos y enterradores, y termina, con una tradición viva hasta nuestros días, con la obligada visita a los tacos antes de volver a casa. La cinta debe su argumento al escritor Carlos Fuentes, que se aventura en esta cinta experimental junto al director Juan Ibáñez, y de la mano de Julissa y Enrique Álvarez Félix, ya consagrados actores, lleva a papeles protagónicos a jóvenes estudiantes de actuación que años después también alcanzarían la fama, como son Óscar Chávez, quien aún no se decidía del todo por la música y coqueteaba con la actuación, pero que sin embargo, escribe todas las canciones del film, y más aún, las compila en un disco que debe ser uno de los primeros soundtracks del cine mexicano. Aparecen también Sergio Jiménez y Ernesto Gómez Cruz, que deben ser listados, quizá para que no quede duda de que sí son actores, con las leyendas (i.n.b.a) y (cía. de teatro universitario), respectivamente, acompañando sus nombres.

En otro giro inspiracional (o premonitorio) y de manera por demás ruidosa, como santo clós ebrio y trasnochado, aparece Carlos Monsiváis haciéndole segunda a Óscar Chávez mientras éste recita Por mi madre, bohemios, y es que, un año después del estreno cinematográfico, tras los sucesos del 2 de octubre del 68, Monsiváis escribiría un artículo periodístico que tituló precisamente con ese verso de Guillermo Aguirre y Fierro, y que sería, a partir de 1972, el nombre de la popular columna periodística que publicaría semanalmente hasta su muerte en 2010. Repleta de giros y expresiones del habla populares, la película no deja, sin embargo, de hacer guiños al mundo intelectual del que provenían Fuentes y Monsiváis. Vemos, por ejemplo, a la joven aristócrata Paloma mandando una corona de flores "a don Enrique Ibargüengoitia... un viejo avaro que no disparaba ni en defensa propia", en clara alusión al escritor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia, y con quien siempre hubo un intercambio amistoso de críticas y pullas.

"El frío que de noche sientes, es por andar desperdiciada". El caifán conquistando a la paloma. Óscar Chávez y Julissa.

A 50 años de su aparición, la cinta sigue vigente. Los señalamientos que hace contra los convencionalismos de la época, pueden muy bien ser repetidos el día de hoy. Una clase alta que mira con suspicacia a los desposeídos con quienes, sin embargo, comparte un bagaje cultural común; el respeto mezclado con el resentimiento de éstos hacia aquellos  —los caifanes les hablan de usted a los jóvenes acomodados—; la burla a las 'buenas conciencias'  —tema sobre el que regresará Fuentes una y otra vez— al ponerle ropa interior a la Diana Cazadora de Reforma; el racismo soterrado que etiqueta a un caifán de 'grasoso', y la revancha inmediata: "¿les va a decir que un gavilán más prieto le robó la paloma?". Gracias a las estupendas actuaciones de los cuatro 'caifanes' y los dos jóvenes 'bien', y a la gracia con la que los actores llevaron los diálogos que en momentos amenazaban con volverse muy pretenciosos, la película logró satisfacer por igual al gran público y a la intelectualidad mexicana de su época, y mantenerse como asignatura obligada para los cinéfilos el día de hoy. Vale la pena verse nuevamente en estas tardes de lluvia y sentirse por un rato caifán de a deveras.


jueves, 20 de julio de 2017

Remembranza de Gilberto Bosques

Cónsul general en Francia

Cual protagonista de una canción de Joaquín Sabina, Gilberto Bosques pudo, en su larga vida —alcanzó la edad de 103 años— vivir muchas vidas. Nacido el 20 de julio de 1892, en Chiautla de Tapia, Puebla, fue voceador de periódicos anarquistas; maestro normalista en Puebla; escritor y poeta; conspirador con Aquiles Serdán; rebelde contra Huerta; líder de voluntarios contra las tropas estadounidenses que ocuparon Veracruz en 1914; organizador del primer congreso pedagógico en el país en 1916; diputado constituyente en el congreso local de Puebla; levantado contra Obregón durante la rebelión Delahuertista; periodista y fundador junto a José Vasconcelos de Casa Aztlán Editores; fundador, en 1930, de Economía Nacional, primera revista de estudios económicos del país; reformador del artículo 3° constitucional para una educación socialista; director del periódico El Nacional durante la expropiación petrolera, desde cuya tribuna defendió a ultranza el derecho de los mexicanos a usufructuar las riquezas del subsuelo; embajador en Portugal tras la Segunda Guerra, donde auxilió a la comunidad española republicana en el exilio; embajador en Suecia durante el inicio de la Guerra Fría, y a donde llevó, en 1952, una exposición titulada 4,000 Años de Arte de México, precursora de las exhibiciones itinerantes y que tuvieron su culmen con la extraordinaria México, Esplendores de Treinta Siglos en 1992. Más tarde, embajador en Cuba, en donde entregó un salvoconducto al joven líder Fidel Castro al haberle sido conmutada la pena de prisión por el exilio, tras su participación en el asalto al cuartel Moncada, y donde, años después, le tocó recibirlo cuando entró triunfante en La Habana tras la derrota y huida de Fulgencio Batista. Rebelde hasta la médula, prefirió renunciar al Servicio Exterior a la llegada a la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, paisano suyo a quien siempre tachó de autoritario —la masacre del 68 le daría la razón—. Sin embargo, es su actuación frente a la legación mexicana en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, la que le ha atraído el reconocimiento  —y la controversia— a nivel internacional.
Los que tenían la firma de Gilberto Bosques tenían fe para la vida, así lo expresa una refugiada española que logró escapar de la Francia ocupada y llegar a México gracias al actuar de quien fuera cónsul mexicano en Marsella entre 1942 y 1944, en plena Segunda Guerra Mundial y con la persecución de las SS alemanas en su apogeo. Y es que el maestro normalista convertido en diplomático llevaba a Europa una encomienda de su amigo, el presidente Lázaro Cárdenas: ofrecer a los luchadores de la libertad y la democracia, refugio en México. Al estallar el conflicto, las solicitudes de asilo se multiplicaron, y a pregunta expresa del cónsul, respecto al número de visas que podía otorgar, Cárdenas respondió con un lacónico telegrama: que vengan todos. El consulado expidió más de 30 mil visas, de las cuales se estima que entre 1,800 y 2,000 quedaron en manos de judíos. Pero la labor de Don Gilberto no se limitaba a firmar las visas, sino que rentó dos castillos, el de La Reynard y Montgrand, en los cuales alojaba, alimentaba y proveía de ropa e incluso dinero, a aquellos perseguidos por los regímenes fascistas mientras aguardaban que los barcos que habrían de llevarlos a América, tocaran puerto. Y aunque contaba con inmunidad diplomática, su actuar como cónsul no estuvo exento de peligros; bajo asedio alemán, fue apresado, junto a su esposa e hijos y trasladados a Bonn, Alemania, donde estuvieron presos más de un año, hasta que el gobierno de Ávila Camacho realizó un intercambio de prisioneros —alemanes prisioneros en Perote, Veracruz por mexicanos presos en Europa— y la familia Bosques pudo regresar a territorio mexicano.

Doodle del 20 de julio de 2017 en honor a Gilberto Bosques

El reconocimiento a su labor de defensa de los derechos humanos ha sido paulatino. En 1988, el Congreso de Puebla grabó en sus muros su nombre con letras de oro. En 2003, la ciudad de Viena nombró en su honor al paseo que conecta el Centro Internacional —donde tienen sus oficinas las Naciones Unidas en Austria— con el famoso Parque del Danuvio. En 2011, el Senado de la República creó El Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques y dos años después, las embajadas de Francia y Alemania en México crearon, de forma conjunta, el Premio en Derechos Humanos Gilberto Bosques, etc. A pesar de ello, su figura apenas ha comenzado a permear en el imaginario colectivo mexicano, afortunadamente, de la mano de esfuerzos institucionales por divulgar sus logros, como el realizado el año pasado en Guanajuato, donde tres muestras simultáneas dieron buena cuenta de su trayectoria en el marco del Festival Internacional Cervantino

Las controversias también ayudan, y es que el brillo ajeno siempre tiene detractores. El primer señalamiento surge al llegar a México tras su cautiverio en Alemania, y, ante el Congreso de la Unión, su respuesta es categórica: si en mi interpretación de la actitud gallarda y trascendente de México me excedí en mis atribuciones, estoy dispuesto a arrastrar las consecuencias y la sanción que proceda. Las últimas controversias han surgido en años recientes, y para muestra un botón. Primero, la negación del estado de Israel a reconocer la ayuda brindada a esos casi 2 mil judíos que llegaron a México para quedarse gracias a las visas de refugiados expedidas en Francia. Oskar Schlinder —sí, el de la Lista de Schlinder— recibió el título de Justo entre las Naciones, por haber salvado a mil judíos. Segundo, la cruzada personal de la historiadora Daniela Gleizer, quien dedica buena parte de sus esfuerzos a menospreciar la labor humanitaria de Gilberto Bosques, bajo el argumento de que 2 mil judíos son muy poquitos, aunque olvida decir que México fue el último país en mantener las puertas abiertas a los judíos, cuando el conjunto de las naciones simplemente prefería ver hacia otro lado durante la persecución nazi.

Afortunadamente, pudo Don Gilberto Bosques recibir la mejor muestra de agradecimiento en vida, cuando a su llegada a la Ciudad de México, junto a su familia, proveniente del cautiverio en Alemania, fue recibido por más de mil exiliados que tenían un día aguardando al retrasado tren en la estación de Buenavista, y que, sin esperar a que bajara del vagón, lo sacaron cargando en hombros, entre ovaciones, flores y lágrimas. ¿Qué mejor reconocimiento se puede tener? En el 125 aniversario de su natalicio, permítaseme proclamar: ¡Salve Don Gilberto!

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